
Potentadas miserias
Las mujeres se han caracterizado durante muchos siglos por ser un material de intercambio dentro de la sociedad. Además, se sabe que muchas de ellas son capaces de unir sus vidas solo por interes de subsistencia. Pero hay algo que debemos tener en cuenta, más ahora que gracias al mercado hemos sido incluidas como mano de obra barata- mejor es mascar lauchas- y podemos subsistir autárquicamente, y es que no hay nada más fome que un cuico en la cama.
No sé si será por las extrañas religiones que practican que les inculca una moral económica capitalista y por lo tanto de “acumulación”, o por sus hábitos afligidos y maricas.
¿Será necesario arriesgar la "vida" para obtener una subsistencia holgada, o para ser más fieles a la época, un buen trabajo o contacto?
Lo cierto es que tienen taras y manías insoportables... asquerosas, para una plebeya liberada, o sin eufemismos, una suelta de mierda como yo. (Me califiqué conservadora, si, pero de mis propias reservas, así que soy conservadora de mi soltura de cuerpo cuando me topo en confianza; lo que precisamente no son capaces de dar estos cuicos de mierda, incluyendo a los meritócratas que gracias a su arribismo combinado con capacidad, pueden mimetizarse y disfrutar tanto de los beneficios de la oligarquía como de sus traumas).
La lucha de clases la llevan hasta la cama, eso que han intentado deslindarse de este concepto atribuyendolo a odiosos y "resentidos". Se creen patrones. No invitan, sino que ordenan intentando someter. "Date vueltas", "Estira las piernas" "Parate" , como si una fuera una marioneta ecológica, y si a una le llega a parecer atractivo, te echan en cara que eres una idiota obediente.
Si no pueden mandoniarte y es una la que la lleva, en vez de entregarse solícitos al placer mutuo, se frustran, lo que en efecto repercute en su (in) – sano rendimiento eréctil.
A fin de cuentas creen en la dialéctica sexual, pero sin lugar a síntesis, por lo tanto un pensamiento binario basado en el poder patriarcal. El patrón y la esclava, el que manda y la que obedece, el victimario y la víctima.
A lo menos 5 argumentos para no ser desclasada
Preferentemente los cuicos:
1.- Dicen cosas que no calientan a nadie, como “mira, la tengo dura” cuando logran sostenerla por escasos segundos ¡Cómo si fuera un milagro¡ o te avisan que tuviste un orgasmo. Jajajaja.
2.- Creen que son autoridades morales que te están desafiando al “pecado” como si el sexo no fuera natural. "gracias a mi te sentirás liberada", "ya basta, es suficiente"o "eres caliente" a modo de escarnio.
3.- Se equivocan declarando que te hicieron gozar cuando uno a lanzado un suspiro de cansancio.(Son realmente patéticos. No quiero generalizar, pero la verdad es que por experiencias propias y de amigas, los cuicos son una reverenda LATA)
4.- En muy pocas oportunidades eyaculan y si lo hacen es cuando acaban de comenzar, o en una cantidad tan ínfima que es confundible con un estornudo. (ahora se entiende porqué deben recurrir a clinicas de fértilidad o que la más prestigiosa sea la de La Universidad Católica)
5.- Les calientan cosas perversas y repulsivas, como el dolor. Si te llega a doler, no por el tamaño por cierto, sino por los grandes esfuerzos físicos y la opresión que hay que mantener para sentir “algo”, se sienten orgullosos, cosa que les sube el ánimo de manera absurda.
6.- Tienen un pésimo ritmo. Son tiesos y desacompasados.
7.- Si es que ha cometido la empresa de casarse con el tipo, toda esta simulación de coito, acabará al segundo año de matrimonio y durante este periodo lo hará con una regularidad de 2,4 veces al mes, en promedio.
8.- Usted se pondrá más fea que de costumbre. Andará enojada y su cara sufrirá un grave cambio, que en la mayoria de los casos es comparable a la de Druppi, el perro feliz.
Finalmente se puede decir que su único capital es el capital, pero dada su “filosofía” eso nunca beneficiará a las pobres tipas que se acuesten con ellos, por simpatía, lástima, gratitud o ambición. Ellas si llegan a compartir la fortuna será a costa de un profundo displacer, soportando sus fomedades y seguramente a todos los crios que el miserable portento quiera tener con ella para asegurar la "trascendencia".
No lo haga, piénselo dos veces. Puede conseguir un trauma de por vida, una caída rotunda en su autoestima o un mal rato inolvidable. No sea tonta. Vaya donde el casero de siempre y sea feliz. Piense que usted se la puede sola, que es toda una "bacana" como dice el tango, y que no necesita a ninguna pirula pirula, fruncida y frígida, culpójena y narcisista.
Estos son los sinceros deseos para todas las hembras chilenas. Viva la autodeterminación y la conciencia de clases¡¡¡
Una cosa más, muchas de estas situaciones, si bien no pueden ser una constante, son parte de experiencias vitales de personas entrevistadas en una acuciosa investigación, que arroja como dato anexo una importante similitud con vivencias acontecidas en compañía de extranjeros, para ser más exactos, franceses, suecos y argentinos. Estos últimos bajo la influencia de una sustancia llamada popularmente "merca".