No se si será porque en el mercado político, como el de las farmacias, practica la colusión de intereses reduciendo la capacidad de elección de nosotros los ciudadanos, que ni el jopo renovado de Frei ni los ojos remasterizados de Piñera exacerban mi ánimo a “elegir” por el mal menor. Ambos son el estereotipo del empresario neoliberal, con pequeñas y significativas diferencias.
Piñera, un especulador encaprichado con el poder, que sacrifica su salud (¿Sabía usted que podría tener Parkinson?) para verse cual monarca todopoderoso, monopolizando los beneficios del orden privado y público, es evidente, histérico y absurdamente populista, lo que le ha llevado a generar anticuerpos en todos los sectores políticos, y dado a la perseverancia, que en su caso acarrea humillación, es una figura agotada tras larguísimos años en campaña por la presidencia. A muchos ha hecho rasgar vestiduras y poner el grito en el cielo. Atorados con que el tipo es de derecha, una derecha que no lo quiere y que es y será su principal enemiga, tenemos bastante claro que él no representa una opción de voto bajo ninguna circunstancia para muchos que se definen como “republicanos”.
Sin embargo el país fue capaz de darle la confianza para guiar su futuro a Frei Ruiz-Tagle, un señor que desde el 18 de octubre de 1988 participaba activamente en los directorios de empresas como Ingeniería y Maquinarías Ltda.; Viviendas Económicas Inmaq; Sigdo Koppers Com. Ltda.; Ingeniería Sigdo Koppers y Sigdo Koppers Forestal. El ex presidente, con su nuevo look de Miami Bay, (que debe suponer le da una “onda progresista”) evade responder si tuvo participación en empresas ligadas a la minería o las hidroeléctricas, pero lo cierto es que, por esos años hizo una jugada legal que lo salvó de polvo y paja. Inversiones Saturno SA, se llamó el invento conformado por su abogado personal Alberto Coddou y su esposa Marta Larraechea, con un 50% de las acciones, y él con el restante porcentaje. Coddou, estuvo en cargos estratégicos en empresas del grupo Endesa.
Sumado a estos datos escabrosos, hay que mencionar que la política ambiental del segundo Gobierno de la Concertación, provocó que las transnacionales aumentaran su propiedad sobre los recursos naturales y se generaran condiciones de sobreexplotación de la mano de obra a través del trabajo “temporal” en todas las actividades productivas relacionadas a la explotación de recursos naturales. También los conflictos ambientales se hicieron más extensos y graves, afectando a miles de personas. Además aumentó la desigualdad social, reflejándose en una de las peores distribuciones del Ingreso Nacional en el mundo.
No contentos con las triangulaciones, mafias y tráfico de influencias, los camaradas concertacionistas nuevamente están deseosos de ubicar en la primera magistratura a este personaje democratacristiano, que se ha posicionado a costa del “veneno” de su padre y el cuidado brushing de su escasa cabellera.
Es vergonzoso que la Concertación haya tenido como candidato favorito a Frei y no ha Gómez, quizás porque con este último se podría robar menos y, sin duda tomar sin los bríos dionisiacos que le hicieron perder a Escalona los estribos y comportarse como un escolar cimarrero y chuchetas.
“Mil pares de gomas por Gómez” surgió en el centro mismo de mi proselitismo feminoide. Harto guapo que era el aspirante a candidato presidencial al lado de los nauseabundos rostros, archiconocidos de los demás pretendientes a La Moneda. Sobretodo del ex presidente que condensa en su rostro la indeleble huella de la decrepitud e idotes luego de 20 años de ataques a mansalva y gruñidos de bestia para defender el trono.
Es triste para los jóvenes que Frei sea el candidato de la Concertación. Es triste que parezca un atorombolado secuaz de un archivillano escondido tras las sombras. Es triste saber que no hay menor mal en este entuerto y que la política a pesar de su mediocridad que ha potenciado el espíritu de “servicio público” de cualquiera, y con esto me refiero al festival de egos desatado por los más inverosímiles personajes, no consiga desmonopolizar el poder de los partidos, que ha juzgar por el comportamiento en las primarias, son nada más que sectas huachucheras y mediocrizadas por el copetengue.
Ya sabía yo que Gómez era un abstemio, y por eso quizás menos ardoroso y un tanto quedo. La primera vez que lo vi, fue cuando era una hermosa liceana, y bastante más estúpida que ahora, pues creí a en la Reforma Procesal Penal que, José Antonio Gómez, venía a explicarnos directamente a nuestras aulas. Había griterío de las más rubicundas y lascivas e impresión en los jóvenes con vocación de servicio. El hombre tenía facha y simpatía, claridad y mesura en sus dichos y me recordaba a los radicales masones que no se tentaban a robar el cenicero ni a empacharse con una grasiento causeo de patas en el club social. Hoy a la distancia de esos años y con una estupidez femenina manada de mis feromonas, puedo seguir asegurando que Gómez genera menos resistencia que los barones sanguinarios de una concertación fermentada o los díscolos que se victimizan mientras reciben su enorme dieta parlamentaria. Pero eso no importó en las discusiones de happy hour y la jarana politiquera y electoral.
De todas formas lo dejo claro, esto no quiere decir que me inscriba y sea un humilde y enjuto par para Gómez, ni mucho menos, sino ¡Qué desfachatez tiene la coalición dominante para enchufarnos un candidato tan mediocre y cuestionable como Frei¡ Aún más, qué horrido y destemplado es que Frei ría ante las preguntas sobre su vinculación con negocios espurios y apunte con el dedo a Tatán, su mimesis más autentica, que a diferencia del protegido narigoncete, ya ha sido pillado varias veces y fiscalizado a cada maniobra.
En las Primarias “democráticas” en Talca, Frei volvió a enarbolar la misma pachotada digna de “cerdonio” el miserable más asqueroso de Capitán Planeta, que a diferencia del local, no se atrevería a felicitar ni aplaudir estos dichos: “Chile no va a detener su desarrollo por cuestiones ambientales”. Esto fue lo mismo que declaró Frei apenas unos meses de asumido su primer gobierno en donde no trepidó en remover, mediante órdenes directas, a cuanto funcionario público se opusiera al desarrollo de algún proyecto de inversión con impacto ambiental no mitigable, es decir, a todos aquellos funcionarios que se condolieron ante el dolor de los Pehuenche, y el enorme desastre ambiental que provocaron las inundaciones, para llenar los bolsillos de los españoles y los escondidos en su lejano planeta - no por lo de “marciano demócrata cristiano” sino por lo de Saturno S.A- colonizando nuevamente estas tierras sagradas, como siempre con la ayuda irrestricta del estado chileno, usufructuador.
Ya ve. No somos tan superiores a Perú a pesar del 3 a 1. Bien podríamos tener un segundo periodo de un tipo tan trucho como Alan García.
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