sábado, 17 de julio de 2010
La exiliada
La madeja de pestañas se mojaba
con el grueso hilo de su pena
y el relave friccionado de su pecho
de lamentos cuneiformes se astillaba
Bruta
Nos había molestado la irritante concupiscencia de su porte
la indecente forma de sus manos provincianas
que engañaban con inocentes y ondulados metacarpos
Abriendo paso por los secos matorrales
sus palabras no se oían por el bosque
En supuesto estado Encandil (h) ada
mirando su cuello
taciturna
correspondía con el frío una respuesta
decayendo como un tallo desgarbado
y porque siempre he estado muy atento a las noticias que se dieran
poco hace que se supo que
"En esa cumbre está su huerto"
...eso que por puta la eché del pueblo
…Y un día cuando nadie se espera
La misma torpe se hace la dueña
…Y en los poemas se le echan los enanos
eso que no hace más de un año
Un ratón de cola larga me comio la sombra noctivaga
y ahora ni por las buenas ni las malas me aventuro en esos lados
donde linda Y chusca ya sin culpas a la alegría se la echa al apa
Curiosa la yegua loca por abismos corretea
y al miedo en carrera espanta
y aunque en verdá no la echo de menos
me gustaría saber que está mal
o que se ha ido o que se ha muerto
en, de seguro, un basural
Me angustia la belleza de su bosquesito con aromos de pon-pon
emanando de su amarillo pollito la brisa limpia y planeadora que baja grácil por la ladera
...Me mortifica
De solo imaginarme que vive ahí
Tan contenta
Tan feliz
me dan ganas de que esté en el pueblo
para decirle lo tonta y fea que es
Y volverla echar
pero que ahora se vaya a un pantano o
a algún peor lugar
Que recuerde la bruta
que por puta
se la echo de acá.