lunes, 31 de mayo de 2010

Un juego Sucio

Eso de “siglo XX cambalache”, es una mierda al lado de lo que es el siglo XXI. Y a todas luces es por lo que le contesté a Lagos Weber en una conversación que ni siquiera debería salir a colación aquí, porque es parte del off de record de cualquier periodista serio que no mezcla la vida privada con la pública. Uno no tiene valores, como le dije a LW que se preciaba de tenerlos, sino decisiones, que sirven para elegir ante las encrucijadas de la existencia. Un buen ejemplo es lo que acabo de hacer. Podría restringirme a la “ética periodística”, y no contar este extracto del breve diálogo que tuvimos, pero estaría dejando de lado al ser humano que precede a cualquier carrera que tome para ganarme la vida. Es así como se construye la historia. Paso a paso. A no ser que estemos hablando de personas que tengan serias perversiones, o de lo contrario, que sean sumamente idealistas. Y aun así es sospechoso que éstos traten de ponerse a resguardo por medio de un manual plagado de fórmulas que dictan cómo se debe proceder en cada ocasión. Conservarse dentro de las tradiciones es tener un estricto concepto de la bondad y la maldad, y eso, ya me resulta bastante aburrido. La flexibilidad de las circunstancias y el ofertón de experiencias desplegado por la modernidad, conminan a tomar las riendas, las astas, y ponernos los pantalones.

Hemos visto cómo este libre albedrío ha hecho que iniciativas otrora de “izquierda”, sean impulsadas por el gobierno de derecha. Ahora resultan un escándalo y Latorre se pone como gato de espaldas defendiendo “sus ideas”, agenciándoselas furiosamente para que no se las roben. Como publicista plagiado, se acongoja que sean impulsadas por Piñera. Nunca vimos al Presidente “progresista” alegándole a Frei o a Lagos sobre porqué iba a poner en pie sus ideas de la apertura mercantil con tratados de libre comercio, la flexibilidad laboral, o la colaboración bélica con la ONU y la OEA. Y eso simplemente por que todas esas decisiones eran absolutamente compartidas por él y su fin político. Y eso sucede porque los que se sienten empoderados “deciden” sobre tales o cuales materias, no se guían por una moral estricta, ni defienden autorías, todo vale si se llevan a cabo, pues el hombre moderno utiliza como axioma: “el fin justifica los medios”. Los valores son trocados por los intereses, y de no tener sentido común, la ciudadanía corre el riesgo, más usual de lo que quisiéramos, de verse involucrada en leyes poco representativas, licitaciones fraudulentas y un sin fin de ineficiencias y corrupciones, que aunque pequeñas, dejan en evidencia las miserias de nuestras autoridades.

El discurso de Lagos Weber me resultó tierno e inaplicable, porque no doy crédito que alguno de estos servidores públicos continúen siendo idealistas, y menos si le hacemos caso al dicho que “de tal palo tal astilla”. Cuando le hablo de estrategias, el me dice que no tiene planes porque no tiene metas, y eso es bastante increíble, más si me lo dice un Senador de la Republica que obtuvo mayoría nacional. De todas formas esta conversación existencial tuvo relevancia, ya que éste exponente de la “regeneración” de la Concertación, es el único que de alguna forma se ha salvado de la debacle, por que incluso la Tohá, parte también de esta supuesta “nueva ola” de cuarentones, ha cedido a la tentación de los maniqueísmos, mañas, máquinas y supuestos acuerdos que estancan la política en un mero procedimiento sin lugar a participación.

Es FOME hablar de política, y yo también me aburrí escribiendo, como usted leyendo, porque las cosas ya no están más claras que el agua, y es difícil decirle vino al vino; hay Merlot, Chardonnay, Carménère, Syrah , Sauvignon, etc, etc, y lo mismo con el pan, aunque mi preferido sea el de pascua. Hay decisiones para el gusto de cada uno, sin embargo, hay procedimientos o fórmulas hasta para el más pirata, pues quizás no sean valores, pero sí intereses. Entonces estamos frente a un enredo realmente mayúsculo, porque verdaderamente el siglo XX cambalache es una mierda frente a este siglo XXI, donde la derecha pretende darnos clases de democracia, y la izquierda se sigue anquilosando en el viejo dogma partidario.

Uno no sabe para donde tirar, más si ve que el unigénito del arcoiris, ésta “la carta de la reconquista” con tantas ganas de permanecer con cierta decencia en el baile de las máscaras. Un verdadero imposible, a no ser que Macbeth se aparezca en sus sueños y le ordene matar a sangre fría, a todos a su alrededor. Un clásico de Shakespeare , que no tiene que ver con este siglo, pero si con el arte de la política donde sé sabe que todo vale, y que camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Por eso es preferible tener un plan de contingencia, porque si se sigue improvisando, puede que se termine como funcionario de la Onemi, cavando no solo la propia tumba administrativa, sino también la de millones de personas inocentes, no como las que tienen voz y voto, y han elegido con ignominia las cartas en este, el juego más sucio. Quizas se deba pagar con la misma moneda y “decidirse” a ser un líder en este momento donde la Concertación es simplemente un sitio eriazo.

lunes, 24 de mayo de 2010

profecias

A punto de dejar partir la vida, como formalmente se le conoce, la infradescendencia empuñaba un mastil en señal de ofrenda. Flameaban las velas y las banderas al compaz de un viento campesino que arrojaba escupos fieros sobre la siempre burda superficie.
Esperaba sin desvelo al anticristo. Ya había ido y vuelto, y de nuevo a la peor de las cruzadas. Obedecer a un padre ausente, que aparecía como una voz convirtiendole en psicótico, y subordinarse a la patología, a su propio drama, negarse vicios, por lo menos publicamente, y entregarse a la chusma inconciente. Ahora por lo menos sería más arriesgado, porque de Mesías a Redentor hay mucho camino recorrido, y esta vez, de seguro, el viático tendría para darse ciertos lujos.
La gente entendía que la victimización ayuda, pero también envilece. Que el dolor otorga misericordia, pero también lástima. Que la bondad enternece, pero también invalida. Todas esas modas nihilistas, y luego todo ese acento rubicundo en el hedonismo, habían causado terremotos psíquicos. No era necesario ser romano para tener uvas en la mesa, o vírgenes del peloponeso. No había que ser judío para practicar la usura y condecorarse como elegidos. No había que ser Jesús para prometer calidad de vida y reglas de convivencia, bastaba con una primaria.
La potestad estaba dada a granel, y las ganas, el ímpetu, el prozac y el valium que harían milagros sobre los siervos. Porque aquí todos hemos nacido con boca, y si somos mudos existe el lenguaje de señas y el escrito.
Entonces su segunda venida no era con el carácter de vocero, o de predicador, o de pastor, o de político tradicional, ni siquiera el de líder natural. Venía porque el tiempo así lo determinaba, y no hay nada que hacer cuendo se cumplen los plazos prescritos por la naturaleza. Los tiempos de siembra y de cosecha son siempre los mismos y aun de la variación del clima y el calentamiento global, sobreviven las cuatro estaciones. Los niños nacen a los nueve meses y los potrillos a los 12. Y así el momento del cese y el apogeo, de la vida y de la muerte tienen un carácter histórico dado por el habitual y sencillo reloj biológico.
No le interesaba más que esperar por el anillo, por la espada, por la mancha de aceite en medio de las cejas. Esperaba por el poder que era dado de forma mágica y que contravenía incluso las voluntades y los deseos populares. Nadie sabia bien porqué debían creer en él, pero los beneficios siempre son tomados en cuenta y eso de que finalmente se hará justicia y los pecadores realmente pagarán, hacia ponerse a la mayoría del lado de los buenos. Pero como en todo hay azar y más de algún error hemos arrastrado, como sabemos que las instituciones funcionan (y no hay posibilidades de lucha cuerpo a cuerpo, y solamente maquinas y oficinas de inteligencia y guerras frías donde quiera que se vaya), y que las traiciones han tomado protagonismo para desencadenar el futuro, podemos esperar que los cálculos salgan mal, y toda esta historia, con sus sacrificios, no ha valido la pena ni la alegría. Ser la excepción, quizas le de una relevancia mayor a la esperada, y podrá por fin desacreditar a los beatles, porque simplemente él será más grande, no solo por resucitar, sino por volver a exponerse como cantante pop, como político durante campaña, como pornostar, como narcisista blogera, haciendo uso de sus estigmas, rompiendo el vaticano, escupiendo a los financistas, castrando a los musulmanes, sodomizando a los pederastas, para darse cuenta que ante tantos anticristos, solo puede hacer una cosa, dejar de hacer el ridículo, el mismo ridículo que hacen los niños anarquistas que terminan muriendo como el tío lucas por una explosión rastrera, o las mujeres que intentan liberarse y terminan solas siendo acusadas de lesbianas, y unírseles para liderarlos.

viernes, 21 de mayo de 2010

Ítaca

Constantino Kavafis

Cuando te encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al enojado Poseidón no temas,
tales en tu camino nunca encontrarás,
si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al fiero Poseidón no encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si tu alma no los coloca ante ti.

Desea que sea largo el camino.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con qué alegría, con qué gozo
arribes a puertos nunca antes vistos,
deténte en los emporios fenicios,
y adquiere mercancías preciosas,
nácares y corales, ámbar y ébano,
y perfumes sensuales de todo tipo,
cuántos más perfumes sensuales puedas,
ve a ciudades de Egipto, a muchas,
aprende y aprende de los instruidos.

Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.

Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.

Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.

jueves, 20 de mayo de 2010

martes, 18 de mayo de 2010

lunes, 10 de mayo de 2010

Game Over





Ya está el chancho tira’o y que bueno que así sea porque como dice Lacan: “¿Soportaríamos la vida tal como es, si no supiéramos que todo esto tiene un fin?” Nada es imprescindible, salvo la muerte.

Los mortales nos definimos por nuestra data de caducidad, ya que no damos el ancho ni espiritual ni físicamente para instalarnos por sécula en el mundo de los vivos. Pero en este caso, el cuerpo humano en sus diferentes dimensiones, parece no tener arte ni parte, pues es la casa la que parece tener daño estructural y peligro de derrumbe.

Ya hemos visto bastante: terremotos, tsunamis, megaerupciones volcánicas, granizos del porte de una pelota de tenis, diluvios y sus posteriores aludes, mostrándonos que ha comenzado un proceso, en donde la “crisis” se ha vuelto una realidad, más allá de la entelequia numérica y el fraude de las finanzas.

La trasgresión que el ser humano ha instalado desde siempre, es el Apocalipsis; esa sed, ese deseo, esa pulsión de muerte que nos suministra cierta calma de que por fin se acabará la idea de un “mañana” en las condiciones sensibles en la que nos encontramos.

Que exista un acuerdo entre creencias religiosas judías, católicas, protestantes e incluso indígenas, es a lo menos espeluznante. En este caso no hay cismas de ningún tipo y estaríamos con los días contados, situación de la que deben estar al tanto los mandamases del tercer planeta. Esto explicaría el porqué del alza de impuestos por parte de un empresario, quizás la cosa es hacer méritos y expiar culpas a gran escala.

Puede que no pase nada, como el supuesto colapso del año 2000, en donde los electrodomésticos y toda cosa con inteligencia artificial atacarían a los seres humanos con el fin de apoderarse del control con una verdadera dictadura cibernética. Mucho cómic al parecer.

Pero en este caso no podemos hacernos los de las chacras. Algo está pasando. Algo grandote que nos supera a nosotros, pobres parásitos terráqueos.

Lo entretenido es tenerlo en agenda y vivirlo de la mejor forma posible, porque estar en las páginas finales de los libros fantásticos más importantes de la raza, es un privilegio.

Yo compraría mis drogas favoritas y llenaría una tina con agua tibia para pasar el mal rato. Quizás un buen POV frente a mis ojos, para irme en mi ley, contenta y autogestionada, claro que el cuento de la familia siempre es importante, así que el besito en la frente, el apretón de mano, el abrazo filial y las reconciliaciones, tendrían que tener un ladito en la parrilla programática.

Me gustaría prender la tele y ver el último matinal de Chile, el último Teletrece, y cómo no darse el gusto, la última cadena nacional, y darme cuenta de que ni el fin del mundo es tan grave ante tanta charchería, porque para qué estamos con cosas, la única forma de razar la cancha, de volver a cero, de dignificar la estructura, luego de toda la sangre, mierda y merca que le hemos echado al molino, es quemar las naves y tirar todo por la borda.

(Se podría hacer una analogía meritoria si nos refiriéramos a un conglomerado, que intenta con conclaves, salvar su alma hipotecada, hace rato, a la mafia intergaláctica de reptiles demoniacos).

Pero no sabemos cuando se nos acaba la fiesta y nos quedamos como niñito huacho de los últimos en todos lados. Dando la hora cuando ya es el tiempo de abandonar dignamente el lugar. Pero no nos pegamos el cacho, así todos nos volvamos deconstructivistas, porque tenemos pegado un afán “creador”, un pusilánime espíritu de conservación, un rastrero deseo de trascendencia, por eso necesitamos una ayudita divina… un parelé a la destrucción con cuenta gotas, un éjale cabrito a las usuras cotidianas, un rayado de cancha a la mala leche que se agria de a poquito gracias a las leyes de este juego macabro llamado supervivencia.

martes, 4 de mayo de 2010

Coco loco eres tú



La locura siempre se instala desde el exterior, pues es difícil que una persona, estando realmente perturbada, se autodenomine como enferma mental. Casi siempre son las familias las encargadas de encerrarte en el casillero de la locura. Es como el tema de los apodos. Yo nunca me dije a mi misma “zancudo playero”, fueron esos estúpidos de siempre, los que me bautizaron como tal.

Que le digan loco a Bielsa, es más o menos lo mismo. Un apelativo que le coloca la “sociedad” al individuo, condenándolo a la “prisión continua” de la que nos habla Focault, esa que está presente incluso extramuros, pues los dispositivos de control se reproducen incluso fuera de las instituciones que estructuran el orden del discurso, y que mejor para recordar “la norma” que la prensa, ese cuarto poder, claro está, que forma parte del privilegiado duopolio.

En la página editorial del diario La Tercera se habló de la charla que dio el “loco” en donde se pronunció en referencia a los saqueos posteriores al terremoto, pero no para profundizar en los dichos del DT de La Roja, porque mucha agua a pasado, o se ha estancado bajo el puente desde los griegos que no sabían realmente si estas personas eran locos o verdaderos sabios, sino para reprenderle como a un niño: ““pastelero a tus pasteles” por que como sociólogo eres un buen entrenador”.

La integridad de la “verdad” está en peligro cuando un tipo con características de héroe abre la boca para decir que el capitalismo salvaje a moldeado a un ciudadano hambriento de bienes materiales, que se encuentra entre la maraña de la publicidad confundido, y que en una situación de crisis y con esa base moral neoliberal, hasta él, el mismísimo Bielsa, se robaba el plasma.

Se supone que el “loco” Bielsa, ha preferido el error y desdeñado a la verdad. A esos son los que llamamos orates, a esos que utilizan su ética para otorgar la libertad para pensar sin patrones establecidos por el poder. Lo que puede ser de lo más normal en una sociedad que sienta las bases en la honestidad, pero estamos hablando de la realidad y no de quimeras. Por eso el loco es loco, y si no está encerado, es simplemente porque nos es de suma utilidad. De lo contrario estaría bajo siete llaves.

Pero algo así pasaba. Pues Bielsa no es seguido por los periodistas para hacer entrevistas en profundidad. Simplemente resultaba un enigma y no sabíamos el porqué de su apodo. Habían teorías que hablaban de su obsesión con la cancha, pero nada más, salvo una imitación en la cual nuevamente se utilizaba su figura para ordeñar el bolsillo ciudadano.

En Occidente la historia de la locura se ha desarrollado en cuatro etapas: 1. en el siglo XVI, se despoja a la locura de su carácter de santidad. 2. durante los siglos XVII y XVIII, la época clásica, la locura es la sinrazón que se enfrenta a la razón y se la encierra en el Hospital General. 3. el siglo XIX, libera a los locos de sus cadenas y les da la calidad de enfermos, encerrándolos en el asilo especial donde serán tratados, entre otros con el tratamiento moral. 4. En el siglo XX aparece en escena el psicoanálisis, y en tratamiento de la neurosis.

Auque las cosas hayan cambiado, y exista la “terapia” para resolver esta enfermedad, el prejuicio y la subjetividad con respecto a qué es correcto y que no, es gravitante para que la locura, aún en el siglo XXI, sea un buen argumento para desacreditar pensamientos que se hayan en la impostura, que son nuevos y no caben en los viejos moldes de la teoría.

Quizás lo único que nos quede en limpio es eso que se dice: “los niños, los locos y los ebrios dicen la verdad” y por eso hay que escucharlos con atención, ya que mensaje no tiene que ver con discursos memorizados, acomodados en la hipocresía, y formulados en el facilismo de lo que está zanjado por los “otros”.