viernes, 11 de diciembre de 2009

La muralla

No saco nada enfrentándome en estas líneas a mi querido público con cotorreos baratos para conseguir su aprobación. Puedo caer en el facilismo de expresarles mi repudio a la trinidad diabólica de la religión, la economía y la política. Puedo hablarles de esta última y contarles que en un ataque de furia rompí 9 palometas del guatón Pinto, alias perrita Pupy, con Frei que estaban en la Plaza Victoria. Puedo decirles que esas propagandas políticas en la Avenida Argentina, son el hogar de un par de indigentes. Podría extenderme con argumentos relativos a lo patéticos que son los músicos mercenarios, como La Noche, que toca una semana para Lagos Weber y la otra para Lavín, o Américo, que casi no toca para Chaguán, pues no llegaba su porción de sushi al camerino.

Podría continuar explicando porque Arrate no es un traidor, aunque las pique de libertario mientras hace pactos con la Concertación. Rebelarles que Piñera tiene Parkinson, que Frei piensa ser estatista pero seguir aumentando las utilidades de su sociedad anónima llamada Saturno. Me podría entusiasmar diciéndoles que ME-O cuando fue a la Radio Placeres me tocaba la rodilla barsamente mientras lo entrevistaba y que tenía un manchón de base sin esparcir al lado de la nariz. Pero ustedes saben. Todas y cada una de las cosas que he dicho, siendo tan verdad como que la capa de ozono desapareció en la Antártida y que Bukowski, Pavese y Mailer son absolutamente patéticos y anacrónicos, son webadas.

No tengo interés en descubrir la pólvora, pero me gustaría decirles algo que no implique remitirme a la gran obra del ser humano, pues ya me tiene podrida el conocimiento que no se refleja en la acción.

Agarrarle el hilo a la vida es una tarea trabajosa que no permite impaciencias. Tenemos que tener claro que no podremos ver la obra finiquitada, como les ocurrió a los jornales de la muralla China. Aunque es divertido saber que hay grandes ausencias, alturas dispares, pedazos sin construir, que simplemente se dejaron en barbecho y nunca fueron concluidos.

La continuidad a la que nos sentimos obligados, hace que vivamos a prisa. Rellenando los espacios con belleza comprada en la farmacia y felicidad en la botillería, nos dejamos permear por fórmulas de comportamiento que creemos son las mejores por su estilo, pero no son más que pavoneos de virilidad mal comprendida, y eterno femenino no asumido.

Caminamos ayudados por bastones consumidos por las termitas de la imbecilidad, heredando males y omisiones, para cumplir con la condición de “individuos” bípedos; fortalezas resguardadas por la muralla de la identidad, construida penosamente por el maestro chasquilla que somos, por el albañil que nunca será arquitecto, ni siquiera de su propia guarida.

Enredada en la madeja de los afectos, di con la hebra de una vez y para siempre. Puede pasar en cualquier parte y de un momento a otro. Es simple y no es necesario tener un hardware con todo el conocimiento universal en el cerebro. Tampoco haber hecho ayuno, ni castigarse con sustancias psicotrópicas naturales o químicas.
La escurría es gratis.

En lo cotidiano, en lo externo donde hierve la actividad, están muchas veces las claves para liberar adentro un proceso de análisis que nos hará ver la totalidad, incluso fuera de los cercos, murallas y rejas a las que nos condenamos para sentirnos “seguros”.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Carta abierta a los profesores de Chile





Estimados profesores:


Soy un alumno de tercero medio del un liceo fiscal. Mis dos padres son funcionarios públicos, por lo cual estoy permeado por la lamentable situación que viven al ser empleados de un Estado que no reconoce las reivindicaciones que se han ganado los trabajadores de mi patria. No obstante, en vista de que las movilizaciones se han extendido sobremanera - y menciono esto sin querer menoscabar la legitimidad del paro de profesores, ni la demanda monetaria que este conlleva- creo que debemos ser realistas y dejar varias cosas en claro, por ejemplo, las respectivas a un eventual retorno a clases y los métodos concernientes al traspaso de contenidos y la posterior evaluación de los mismos.

Evidente es su descontento, y lo han demostrado de numerosas maneras, siendo las más clásicas formas de lucha las que se utilizan, sin éxito, para hacerse escuchar. En nuestra calidad de estudiantes, los hemos seguido a través de los medios de comunicación, en donde dejan en plena claridad sus demandas por medio de lemas que llaman a la desobediencia civil, la insurrección ante un Estado neoliberal, y como mensaje sempiterno relativo a este tipo de manifestaciones, las críticas al sistema y al gobierno, lo que causa admiración, pero también asombro dentro del estudiantado.

Al escuchar sus acaloradas consignas pareciera que estamos hablando de maestros proactivos, críticos, creativos, que a pesar de su realidad tienen un imperativo categórico que les impulsa a enseñar y combatir por medio de estos valores y conocimientos, al poderoso y su aparataje castrador. Pero la posibilidad más real es, que luego de esta coyuntura, que paradojalmente se ha vuelto una larga travesía por lo que pareciera ser un desierto, los profesores de Chile, a los cuales hoy me he atrevido a dirigir mi palabra, olvidan, o simplemente no recuerdan sus autodenominaciones: “Somos la reserva moral de Chile” o bien, “Somos la reserva intelectual de Chile”; me parece a veces que les queda grande, pues al volver al aula, que es donde se ejerce su labor que se dignifica no solamente por materias cuantitativas respectivas al salario, sino a su ejercicio, se vuelven mensajeros y adalides de la estructura, a la cual hoy por hoy, le declaran la guerra.
No quiero pensar que se trata de clientelismo, pero los preceptos y los tópicos útiles para el sistema, presentes en la competencia, en la evaluación bajo criterios sesgados por la media, poco y nada velan por la “calidad”, ni fortifican las capacidades reales del estudiante.

Recuerdo sin mucho agrado cuando retornamos las clases luego de la movilización por el pago del bono SAE. La vuelta a las aulas tenía un objetivo principal, radicado en el afán de que no les descontaran los días no trabajados. Que el alumno aprendiera o no en plazos tan ajustados, no fue tema en ningún momento. Lo que urgía realmente, era tener las notas en los plazos dados por el Ministerio que tanto aborrecen, por la Ministra que tanto critican, por el Estado y su misión adoctrinadora del servil rebaño de súbditos consumidores y mano de obra barata.

Nos evaluaron sin miramientos, nos fijaron hasta seis pruebas en una semana, y eso sumado a otros trabajos, sin conciencia ni empatía con el estudiantado que no ha criticado las formas de movilización ni ha sido un enemigo para este tipo de medidas de presión. Como pueden imaginar, los días de paro no han sido días de retiro espiritual, ni de vacaciones, ni de ponceo, como algunos profesores intentan caricaturizar, rebajándonos a la porqueriza de la moda, que en esta aciaga época que nos toca vivir, es el sucedáneo perfecto de los ideales juveniles.

Nos encontramos en la incertidumbre, pues muchas materias quedaron a medio pasar. Otros no aprendieron. Ha pasado bastante tiempo desde la última clase. Aunque a mí, en ocasiones me da lo mismo memorizar materias muertas y de segunda mano que nada tienen que ver con mis más puros y elevados interesas que cada jornada escolar, son subestimados, limitando mi travesía por la experiencia y el conocimiento.

Esperamos, estimados profesores de Chile, como sus pupilos, quienes conviven con ustedes la mayor parte del tiempo, sobre todo los que tienen jornada escolar completa o sus derivados, que actúen con consecuencia, con empatía y con la moral que pregonan. Espero de ustedes lo mejor. Me resisto a verlos como guardadores, niñeros, o carceleros. Tampoco quiero ser defraudado con reduccionismos tales como los que apuntan a la flojera del alumno para explicar las complicaciones, sin ver que el origen, en la mayoría de las ocasiones, está en la falta de motivación por situaciones que no conciernen a la infraestructura, y espero, no tienen que ver con un puñado de monedas.

No somos ningún trofeo de batalla, ni el liceo, a nuestro más sentido pesar, un baluarte de educación. Debemos reconocerlo. Hacer un sinceramiento, más cuando ustedes han hecho saber su repudio ante las políticas de Estado. Tenemos que ser claros en dirimir que la educación es una herramienta del sistema para adscribir a las “futuras generaciones” en utilidad de las plataformas neoliberales que destruyen los sueños de muchos y limita a otros tantos en infinidad de metas y expectativas.

Un cúmulo de hechos actuales, dejan en evidencia la ineficiencia y la intransigencia de la clase política, por lo mismo no sería honesto replicar las fallas, omisiones e injusticias en las que incurren para hacer valer su falso poder.

Me gustaría pedirles por medio de esta carta, que ustedes, Profesores de Chile, y nosotros, Alumnos de Chile, como comunidad escolar, construyamos un camino juntos, consensuando una nueva forma de enseñanza, donde exista maestría y humanidad, en donde podamos advertir juntos las trampas del sistema y sus administraidores, que nos venden como valores el pensamiento neoliberal de la contra revolución pinochetista, la competencia, la usura, las diferencias, y en suma, la falsificación de la historia.

Quiero darle énfasis al concepto de consecuencia, ya que si se declaran como violentados por la “estructura”, luego del paro, ese hecho no habrá cambiado, pues una mañana de sol no hace verano. Incluso luego de que se les paguen los dineros que se les adeudan, seguiremos siendo la carne de cañón, por eso, estimados profesores de Chile, sería una incongruencia volver a clases como si nada hubiese ocurrido, comenzando, nuevamente a ser los adoctrinadores de la masa informe sometida a la ignorancia para mantener el status quo, legitimando los abusos que nos mantienen en este mareador circulo vicioso.

El Estado los ha institucionalizado bajo su yugo tiránico, pero esa responsabilidad no recae en nuestros hombros, por tanto, no tenemos el deber de asumirlo, sino de apoyarles como apoyaríamos a cualquier chileno que esté siendo aplastado por el poder, pero sin olvidar que uno tiene la libertad de trabajar donde mejor le parezca, y elegir su profesión según la vocación que se tenga. Ser educados en estas condiciones no puede ser un apostolado y menos un favor.

Creo que la prudencia es un gran atributo. Quedan muy pocos días. Se viene la PSU y luego las elecciones, lo que previene una finalización del año escolar atípica y que debería adaptar las evaluaciones para recalendarizarlas. Esto en un aspecto técnico, empero lo que realmente me convoca a dirigirme a ustedes, profesores de Chile, es vislumbrar un cambio en sus formas de enseñanza. Hay sabiduría vital mucho más valiosa que las metodologías arcaicas basadas en la suma de conocimientos arbitrarios, en una memoria a corto plazo, para cumplir con los planes y programas del ministerio de “educación”, que hace las veces de editor, coartándonos de conocer grandes pensadores contemporáneos, que hace décadas están en la malla de los secundarios del primer mundo.

Además, creo que el conocimiento lo han sobrevalorado sobre la imaginación. La creatividad y la capacidad que pueda demostrar el estudiante, queda cercenada por criterios antojados por la hegemonía. Las pruebas en que preguntan datos que hoy gracias a la tecnología tenemos al alcance de la mano, es un síntoma con el cual es fácil diagnosticar la enfermedad terminal que sufre la educación chilena. Aprender datos, no es gran cosa en la sociedad de la información.

Agradezco la disposición de haber leído esta extensa carta. Agradezco a los profesores de Chile la reflexión que de seguro esta carta contribuirá a desatar. Creo estar en lo cierto cuando pienso que la educación tiene una deuda histórica tanto con los profesores como con los estudiantes de Chile. Y si para los primeros la solución está en el pago monetario, no hay una mejor manera de comenzar a resarcir la deuda histórica con los estudiantes, evitando perjudicarnos con un término del año escolar accidentado, violento y difícil, como lo fue en otras ocasiones, por cumplir con los planes y programas del Estado.

El caso es, que de retornar a clases, sería perjudicial para nuestros resultados, pasar las materias en tiempo record, pues no significaría más que confusiones, carencias y dificultades para nosotros, los estudiantes. Si debemos volver, sólo esperamos que ustedes, los profesores de Chile, no actúen en forma arbitraria y de verdad procuren apoyarnos, así como nosotros lo hemos hecho con ustedes.


Se despide atentamente:



Matías Ignacio Hermosilla Tobar
Estudiante del liceo Abate Molina de Talca.

RUT: 18.042.041-K

lunes, 9 de noviembre de 2009

Hoy no es un buen día



Hoy no he tenido un buen día. Sin embargo pienso en lo que alguien dijo al leer una pésima novela italiana: “al menos te das cuenta que hay gente que está peor que tu”. Hay que aceptarlo. Las humillaciones del prójimo empatizan más allá del compadecimiento, pues esa morbosa revelación nos ayuda a compararnos y resistir con mayor ahínco las “putadas” del destino. Nunca es para tanto. Si lo comparamos con lo que le sucedió al cristiano de turno en la portada del diario La Estrella, o al profesor de matemáticas de mi hijo, podremos consolarnos con que lo que nos pasa “son pelos de la cola” aunque la cola sea la de un pavo real, que en rigor son plumas, pero no estoy en un buen día y espero vuestra comprensión. El profesor de mi hijo es joven. Es un voluntario rompe huelgas. Un hombre que más que luchar por el bono SAE, cree en la educación pública y les enseña a los hijos de vecino ese código que tiene hasta a su gremio agarrado de los cojones. Perdonen mi lenguaje, hoy como les mencioné, no he tenido un buen día. Mi hijo no sabe cómo se llama su profesor, pero le dice “el tuerto”. Pero no nació tuerto. Un desafortunado episodio, digno de la purulenta mente de Poe, le aconteció en su tierna infancia. Un pan que comenzó a comer por las orillas, se transformó en un parche para su ojo izquierdo. Lo puso de tal forma que sus saltos de corsario, no lograban removerlo. Abordó varios barcos imaginarios para apoderarse de los tesoros más suculentos, hasta que un pájaro hambriento comenzó a devorar el pan, y también su ojo. Así fue como su ojo quedó deforme, pero no ciego. A veces así suceden las cosas. Los juegos se trasforman en trampas. Las fantasías se convierten en realidad. Los deseos llegan a su culmine con una tragedia irremediable. Pienso en Marco Enríquez-Ominami y cómo todo comenzó con un documental ficción…Hoy no ha sido un buen día, y me he puesto más fatalista que de costumbre. ¿Cómo poder entender esta clase de cosas? He tratado de resolverlo soñando, leyendo, llorando, masturbándome, cocinando y tomándome un té. También drogándome intensivamente con el más potente de los químicos inventados por la farmacéutica experimental de los setenta. Aún así es un misterio, pues el lenguaje es una apariencia del conocimiento, y sólo eso. Entonces es difícil poder comunicarlo inequívocamente; uno se va al final del tractatus de Wittgenstein, a la única frase inolvidable para mi ilógica y se queda callada mirando el techo. Apretar las teclas me cuesta más que en otras oportunidades, porque hoy no ha sido un buen día. Precisamente porque no me he dejado tentar por la banalidad y he apostado por la racionalidad. Me he decidido fríamente a dejar de perseguir quimeras absurdas. De alguna forma hoy me he comido el pan, antes que un cuervo me picoteara el ojo. No funcionaría decir que me “he puesto el parche antes de la herida” pues el parche es el causante de la herida de ese malogrado profesor. A veces sucede cosas que la heurística no es capaz de resolver. Me pregunto si las matemáticas ayudaron a “el tuerto” a superar ese trauma. Habrá hecho esquemas, habrá pensado el asunto de forma cronológica y también inversa, habrá estudiado el comportamiento de los pájaros, haciendo paradojas…Aún entendiéndolo, su ojo está malogrado. Hoy ha sido un mal día, y a pesar de conocer esta historia, de ver los titulares de la prensa roja y amarilla, no logro reconfortarme. Es que la tragedia subyace, y es doblemente trágico, después de haber escrito que “el dolor es una trampa”. Estamos permeados absorbiendo años de “humanidad”, obligados a edificar sobre ruinas, como si tuviéramos un Jerusalén en el pecho, dispuesto a ser bombardeado y reconstruido miles de veces. A veces a sabiendas, a veces por la ley del retorno infinito. Y mientras eso sucede jamás te imaginas que un pájaro hambriento y un niño soñador serán protagonistas de un día aciago e inverosímil. Pareciera que todo da lo mismo. La miseria del mapuche y la del deudor habitacional, porque la deuda histórica va más allá de un bono del Estado, más allá de una cosmovisión capitalista o comunista, del islam o el judaísmo. Pareciera que va más allá incluso de la medianoche de este día. Disculpen, pero hoy, no me he sentido bien, no ha sido un buen día.

domingo, 1 de noviembre de 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

mamakaren

Me gusta mi niño. es hermoso. el niño es para mí lo más importante. baja las escaleras resbalando de un costado a otro. va con cuidado porque tiene miedo y se divierte como un rey. luego apaga la luz que le obligué a ir a apagar por razones de dudosa calidad, pero que meritan usarse, para darle una lección. La luz era de la ampolleta del vecino, y no hay que abusar de la confianza de nadie. Como he dicho, ha bajado resbalando de un lado al otro con la pierna izquierda, la derecha lo sigue con la palma del pie pegada en el piso, lo que frena su rapidez. se precipita cuidadosamente, pero juega. se demora y reclama, va bajando con esa cara de granuja que me fascina. llegando abajo, apaga la luz, que antes prendió para hacer salir a un hombre útil domésticamente que nos ayudo a poner en orden esta casa. el niño ha prendido la luz para que salga. el niño es hermoso. sube corriendo porque está un poco oscuro y corre hacia mis brazos aullando como un lobo. viene riendo y haciendo una mueca de terror sumamente cómica. me abraza y se me saltan las lágrimas saber que sabe que estoy para creer que tiene miedo, que puedo asustarme junto a él. que estoy para estar ahí mirándolo atentamente pero sin entrometerme demasiado, sin embargo, sintiendo lo mismo. una cuestión simple pero difícil de encontrar. como la escultural hermana inalcanzable cibernética intergaláctica que tiene como piloto para la nave tortuga el super agente cobra.
veo las noticias y me siento desgraciada de ver a esos periodistas patéticos. me da tristeza la mediocridad. por mientras el niño canta, tararea con la boca cerrada una melodía inventada por su frenesí ludópata. habla, a veces, mientras juega en su computador. yo veo lo de patton y me dan asco todos los culiaos- se que debo hacer una reprogramación neurolinguistica- ...el niño, el niño... es hermoso. es lo único bueno que va quedando. cuando me necesita lo hace sin mayores rodeos y yo lo atiendo. esto no es zooterapia, es por eso que aún más triste me pone. me siento incapaz de volver a ser la niña que fui. me reprimo y luego me arrepiento. que mierda soy... aunque estoy segura que es mejor que esa mierda de imitación barata de niño weón, pastel, y cruel, influido para más remate por el alcohol. el niño, ese niño hermoso que va a comprar huevos por la mañana para que se los haga revueltos, quizás sea capaz de contagiar algo en mí. pero estoy inmune. no me quedo con nada. solo con torres de mármol y terciopelo blanco en donde me tiendo a sentir frío y pavor de la altura en que me encuentro. no veo el suelo y temo estar en otras tierras. el niño es hermoso. es tan hermoso que puede incluso calzar en esos reinos de mi horror. su androide en la Internet, es rubio y anda con terno. me pregunta si me ha gustado su look. me sonrio y sigo viendo las noticias. esta vez he visto una que me ha gustado y estoy contenta. un intento de suicidio desafiante. una señora oriental desquiciada por las injusticias de siempre. la deuda histórica. pienso que el niño es mi redención. quizás deba tener otro hijo. quizás deba llenarme de hijos. pienso si la señora oriental tendrá hijos. me parece que le daría lo mismo si los tuviera o no. sube una torre de alta tensión mientras mucha gente la observa y las instituciones están esperando el cadaver como si fueran buitres. el cuerpo sube por entremedio de la torre, mientras farfulla y cacarea. dos hombres intentan agarrarla. van montados en unas escaleras mecánicas, con trajes de plastico amarillo y cascos blancos. quieren cerrar el show. pero antes de eso, ha pasado. los electrodos han cruzado su pecho para salir por su rostro con una inmensa llamarada.queda viva. por eso ha sido solo un intento de suicidio y no un suicidio. sigue cacareando y farfullando con el rostro negro por la descarga más grande que un ser humano haya soportado. algo así con 4 mil 500 voltios. seguramente ahora va a ser procesada por atentar contra la vida. como si la muerte no fuera realmente el derecho que nos merecemos por estar vivos. el derecho inalienable de la muerte. El Estado y su omnipotencia frente al ciudadano, me da asco. Su moral me da asco. Su antojo hipócrita, ha echo que mi estómago de un brinco.
pienso en el mamakaren que me lanzan los amigos. no me desagrada y lo acepto con solemnidad. no voy a suicidarme, porque tengo un hijo, y porque tengo esperanzas en mi. me parece que la juventud es patética y antes que ser una jovencita que ha perdido su cuerpo y su espíritu por seguir la "onda", prefiero convertirme en una anciana y envejecer lentamente mirando al niño.
primitivamente admiro al niño, tan distinta a esa falcificación beoda, a ese adulto ridículo que a veces somos los que estamos bordeando los treinta. esos desesperados que aún creemos que la decencia se puede comprar con inocencia.
el niño es lo que miro extasiada. es natural y precioso.
no me interesa ser o no ser. quiero solamente tener a ratos los hombres específicos en cada función, sin que la sexual sea trasversal. no soy una golfa. yo ya estoy redimida desde los quince. el niño es para mí lo más importante.. he buscado el amor.pero me parece que el amor es mesopotámico, o algo así. me parece que la fuerza es la del niño. es a quien yo miro sonriendo. la felicidad es nada más eso y sentirse como el viento, sólo por entender su transcurrir, sin envidiarle y viviendo con él la sensación corporal de velocidad y temperatura. hoy soy un viento frío. que va de derecha a izquierda, una lluvia filuda de pequeños hielos rectangulares que cruzan en diagonal por una calle de talca. en este instante voy pasando por ahí. el niño es mi consuelo. el niño es el que me va trayendo y me convierte en un brisa sobre la quebrada de la calle Elías. ahora marca teclas y hace música en su computador.
al hombre que quiero para amar lo extraño furiosamente. este se ha perdido, como es su costumbre, hacia terrenos inexplorados. el es un pionero y hay que dejar que se autocolonice. que ponga banderas de extremo a extremo. que se soberanice en todo su ancho y largo. le quiero, pero distinto al amor que siento por el niño. por lo tanto cuando todo se mezcla me siento dividida. nadie dijo que no tenia esquizofrenia. pero el niño es hermoso y me ha salvado de manera gratuita, y ha ganado mi confianza y mi entrega. la misma que me gustaría lograr con cada uno de los hombres que deben funcionar en la vida de una madre. confianza y entrega. un hombre que sirva para las fuerzas domésticas. A este ya lo he encontrado. se llama Mauro. uno para salir a almorzar. Los mejores almuerzos son con Alvaro. es un gran amigo. come despacio y muy poco. hay tambien uno para divertirse y pelear y otro para embellecerse y trascender,no estaría segura porque no me he sentido más bella que ahora. el que lo hace, tiene derecho a amarme. pero escasamente el hombre elegido para amar entiende este asunto.
el hombre no es universal. ese es un engaño. o se es un hombre, o un niño.
da vinci era un extraterrestre, y la barba le daba poder ¡entiendan de una buena vez¡ (siempre repito las buenas frases de mi amor, del hombre que elegí para amar, y que cuando está con el niño se mimetiza y me pone un poco nerviosa)La humanidad no puede ampararse en genialidades alienigenas, menos si las circunscriben a un género determinado.

amo al niño, y me gustaría tener más niños. que en el día vieran series de televisión que papá les programe.Un padre que los eduque con el contenido indicado. un reino ideal con este hombre que he elegido para amar.

tengo el dinero como para decidir ser madre de nuevo. yo me encargo del trabajo sucio. presto mi carne para la evocación, solo porque el niño, es hermoso. soy simplona y no tengo dificultad en ser nadie. me gustaría tener más niños. el mío va creciendo y será un adolescente hermoso y un adulto bueno y hermoso, pero no un niño. ahora hay que encontrar a un hombre que comprenda este asunto.

jueves, 22 de octubre de 2009

El dolor es una trampa





Se ha dicho hasta el hartazgo que los humanos somos seres de costumbres y que por lo tanto somos capaces de habituarnos a cualquier contexto o circunstancia. Es por eso que los relatos sobre resiliencia abundan no solo en los devocionarios católicos, pues son parte medular en los congresos empresariales, las publicidades de Nike, y las películas hollywoodenses, además de ser materia prima de nuestras entrañables 27 horas de amor.

En la Revolución Silenciosa, el ideólogo opus dai, Joaquín Lavín, hace énfasis en que las carencias que tiene un niño de La Pintana, son las mismas que permiten el desarrollo de su ingenio, haciéndolo fuerte e incluso más inteligente que un niño criado en Vitacura. Y si lo vemos fríamente, incluso la vida de grandes personajes no serían las mismas sin las privaciones y los sufrimientos, esas tragedias que superaron la ficción de Sófocles; esos traumas que les fueron útiles para destacarse ante los pueriles dramas cotidianos, con débiles conflictos, nimios dramatismos y nudos desatados desde el comienzo. Pero quienes fueron vengadores capaces de ganar el gallito frente al feroz puño del destino, son pocos y lamentablemente la mano invisible siempre está atenta para dar su golpe de gracia.

El dolor a pesar de ser fuente de experiencia y templar el carácter, se ha sobrevalorado con el fin de convencer de que entraña un poder en sí mismo. Ésta arraigada costumbre hace naturalizar los abusos y trasformar la victimización en una conducta cotidiana que frena las tracciones homéricas, esos arrojos que hace rato hubiesen trasformado el mundo. Pero se ha consensuado la litúrgica contemplación que nos ha llevado al fin de la historia, al término de las acciones que podrían dar movilidad y otorgar coherencia al tiempo que transcurre terrible, en el crecimiento del pelo, las uñas, y el paso paulatino del calor al frío y del frío al calor.

Así como hay un hemisferio sur, hay otro norte, y tanto existe la ficción, existe también la realidad. Pero para que esto suceda debe haber algo que los divida de forma orgánica o impuesta. Si para el asunto de definir el norte y el sur está una línea imaginaria trazada sobre el globo, el sueño es el suceso que detona el inconsciente, lo onírico, tan distinto al quehacer definido por las normas sociales cuando uno está despierto y activo. De la misma forma el placer y el dolor, poseen un elemento que actúa para que sean antónimos. Pero este es un asunto de sumo complicado por la arbitrariedad para determinar qué es lo que nos hace sufrir o sentirnos plenos. A pesar de las subjetividades, podemos decir que la presencia o ausencia de salud define el polo que ocuparán nuestros sentimientos. Poseerla nos otorga alegría, y que perderla nos provoca dolor. Estamos frente a una dicotomía elemental como la hallada entre Demócrito, que todo lo reía, y Heráclito, que todo lo lloraba, como reza el poema que el peruano Clemente Althaus dedicara con tanta ternura a su bella Amalia

En un mundo donde las cosas caducan cada vez con mayor velocidad, “se echan a perder” a raíz de la fragilidad propia de los materiales desechables o de baja calidad, es bastante común caer en la decadencia, en la enfermedad y ganar experiencias dolorosas. Y esto pasa indiscutiblemente por un asunto material. Por una situación que intrínsecamente está emparentada con la “necesidad”. El órgano que escasea. La vitalidad que se apaga. El malestar que coarta e invalida.

Lo curioso es que parece ser que los apologistas del dolor son los que están menos influidos por las “ausencias”, ya que por razones estructurales, no están habituados a vivir en carne propia los embates del destino. No están sometidos a la necesidad, ni a la “falta” de ningún tipo, así sean menos ingeniosos que el pelusa de la Pintana del que nos hablara Lavín. Esta gente misericordiosa, aquellos que practican la “caridad” y la “solidaridad”, quienes por un llamado interior son “felices ayudando”, los filántropos que encuentran el sentido a su vida utilizando el dolor como su hobby, son quienes trazan las líneas sociales imaginarias, lo trópicos y el Greenwich. Encarnan el elemento disociativo que genera diferencias para mantener un orden y justificar la existencia del dolor, que no es otra cosa que la pobreza, y con ello, el abuso, la usura y en definitiva el mal, obligatorio para que pueda existir el bien. Un bien basado en el asistencialismo y la limosna.

Estas son las “circunstancias” que obligatoriamente constituyen la realidad. Las que perpetúan las pugnas, la victimización y las mediocres reivindicaciones.

El dolor es una trampa que se erige para fortalecer a quienes no están vulnerables a su padecimiento, a quienes pueden sentirlo como un fetiche, pero jamás como una constante humillación manada de la jerarquía de clase. Es por este motivo que debemos evitar compadecernos falsamente, es por eso que debemos tomar el toro por las astas y comenzar a ejercitar el ocio, soltando las riendas de una vida que parece ser prestada por las instituciones de control. Atrevámonos a ser felices, a ser saludables, a vivir ahora, pues las velocidades son altas y solo nos acercan a las borrascas del futuro.

lunes, 19 de octubre de 2009

ínflenme¡¡¡ (la tierna victimización de karen)

He sido imbécil durante tanto tiempo,por ejemplo, acabo de poner time en vez de tiempo, antes puse tierno, y a la tercera pude poner tiempo.
No sé escribir. Pienso a una velocidad incompatible con el teclado.
Jamás debería haber dejado la manuscrita. Mi ortografía iba literalmente de la mano del movimiento. Aunque no es cierto...pero algo ayudaba. No me refiero al uso de la c, la s y la z, sino a la palabra. Las cambio. Como si algo me dijera en voz bajita una broma críptica y absurda que yo reproduzco encantada.No me doy siquiera el crédito. Estoy cansada y mis ganas de vivir son tenues. Lloro indiscriminadamente para matar las horas silvestres mirando a la quebrada. Viendo el comportamiento de los gatos en su pequeña jungla.
He sido imbécil durante tanto tiempo, por ejemplo, he hecho cosas que no quiero, porque quiero querer incluso lo inquerible.
Nunca debí perdonar a nadie, y debería haber matado al primero que incurrió en la falta de volverme una imbécil solo por gusto. Estoy cansada y mi cuerpo es enfermizo, me he dejado torturar intensamente por placer. Jamás debería haber apostado por la resiliencia, por adaptarme a la condición de debilidad y volverme fuerte a la fuerza. Me acostumbré a las bondades de la apariencia. Y todo es un fraude. Para quienes me han visto desnuda es aún más claro.

las deformaciones llenan cualquier vacío. son como el aire.

Me miro al espejo y me siento acorralada.
Me gustaría travestirme de un animal distante e invisible. Y al revés, me hago una zancadilla y me vuelvo cercana y evidente.

He sido imbécil por tanto tiempo. He sido fiel por tantos años a convicciones modernas que me llevan de la mano. Que me preceden sin ciencia. La intuición me tiene cansada. La incoherencia, dejó de entretenerme. Veo a la vida en una esquina mirándome y riéndose con el canto enyeguecido de una niña campesina, que se ríe con un humor particularmente burlón y sabio.

Mi labio se sostiene con amargura, y es preciso entristecerse en primavera por algunas horas al día. Es el tiempo el que agita el agua en mi taza ancha, tatuada con grandes flores rojas.
Voy haciendo un truco por el pasillo. Hago una pirueta inconfesable. No sé si la pienso o verdaderamente la hago, pero estoy contenta de estar en el pasillo, algunas veces en el día paso por ahí para encontrarme con la luz que penetra lánguidamente brillante, y para sentir la extraña sensación que da el viento. Parece que quisiera arrastrar consigo las hojas más verdes, y raptar todo ese bochinche de colores que brota de las plantas. Busca compañía, pero es atarantado.

Estoy feliz. Esa es la extraña sensación. Me siento comprendida por el viento. Por ese viento que avanza enloquecido, que se calienta y se vuelve flexible, y se estira como si se aprestara a dormir una siesta. Amo al viento, pero no amo salir a enfrentarme con él. Me gusta observarlo. Verlo llenando los vacíos, deformando las texturas, movilizando la inercia, lanzando los aullidos iracundos del silencio.

Creo que no he visto viento más bello que el de Magallanes. Ese viento frío y múltiple. Hay bitácoras que hablan de ellos. En la del Pirata Drake, se identificaban cincuenta vientos distintos. El bucanero inglés les dio personalidad e historia. Despiadado poeta oceánico se fijó en cada uno de ellos, memorizando sus quehaceres y observando ávidamente su forma. Vi uno en frente del Estrecho. Era como un ladrillo de hielo que subía muy alto y bajaba en picada. Para saber más, visiten alguna biblioteca o busquen en google. Estoy cansada de buscar datos para después olvidarlos por completo. Tengo una memoria llena de gusanos, que se han hecho un pequeño imperio. Bastante limpio y ordenado. Por suerte. Sino ya estaría en una cárcel o en alguna institución. Y no sé si tendré tanta suerte de estar afuera. Acá se gasta más, y en las mismas cosas. Supongo que en todas partes hay de todo, y no digamos tampoco que el gitano se equivocó, porque malparaíso sí amarra como el hambre.
No sé si me quiero ir o me quiero matar. Pero sería lindo morir en un tren. No arrollada por uno. Soy pudorosa, a pesar de todo...

He sido imbécil por tanto tiempo. Pero me he sido obediente y leal.

Estoy sentada justificando mis miserias, y aún del patetismo de verse tirada en pelotas sobre la plaza pública del periódico y el internet, escucho el viento, veo el viento, y me siento feliz.

sábado, 17 de octubre de 2009

palabras al cierre

a un lado hacen ñauuuu y al otro guauuu
abajo cantan canciones que no me sé
arriba pasan naves y alguien piensa por mi
puras leseras

La bruja y el psicópata




Predecirte. Hacer una proyección exacta. Descubrir que la tuya es un fraude. Que sueñas, pero webadas. Que crees en cosas inútiles y carentes de valor que al único rango o status que podrán elevarte, es al de psicópata.
Deseando a medio morir saltando, porque los deseos ruines y senilmente malvados no constituyen arte alguno.

Deseos egoístas se esbozan en una conversación cualquiera, cuando las superfluas aspiraciones han sido raptadas por la estupidez de la palabra que se presenta banal y nisiquiera tiene la osadía de volverse del todo idiota. La palabra carece de genio, por no tener una raíz más que la que se haya en el parlamento de un héroe de historieta, al cual la carga de episodios le arrebató la memoria.

Como una maqueta de personaje... No. Es aún más artificioso.
Mejor sería comenzar:

Sobre un títere
sin sutileza se expanden los gestos,
que son la pandemia en los rostros que habitan el mundo.

Adusto en las tareas de la maquinaria del rol,
está ahí sin movilizarse demasiado.

Con sueños idiotas y serviles en el ultimátum.

Tarareando una versión musical de Brazil en estilo “libre”,
compone el soundtrack de su vida.

Como todos vas soñando con la princesita azul, pero puedes toparte cara a cara con Cherry 2000 o la señorita Jones y dará lo mismo. Siempre te parecerá mal.

La intolerancia inherente a los draconianos te sujeta hacia la cima de la pirámide. Te parecen bien algunos versos de Neruda, aunque sea un plumífero amado por los asesinos ignotos de la palabra, esos que hacen sus madrigueras en los talleres literarios y se reparten los premios como si se tratara de una rifa solidaria de algún ejercito de soldados pobres, y no diré también cobardes, porque éstos no son realmente cobardes, pues aunque no se presente batalla alguna, estarán en el campo, hiriéndose por lo menos entre ellos.

A ti te importa herir a distancia. Desde una torre. Ahí estas a salvo de los diálogos y el placer de resolver un puzzle con la ayuda de "ALGUIEN".

Te encierras en una especie de bóveda con 76 millones de revistas de puzzles y no sales de ahí hasta tenerlos perfectamente resueltos. Con palabras que crees exactas, que efectivamente no mueven a confusión, aunque puestas de forma horizontal, estén desarticuladas unas con otras, sin capacidad de crear ni una sola frase transparente.

flechas de adioses. fraseos de desprecios, como si en su cara viviera un bailarín felicida.

Y me daba pena…pena haberlo visto así tan de-repente.

Habiendo comprendido su tragedia de hombre que ha soñado y seguirá soñando con mujeres distintas a mí, y distintas a cada una de las que perdió y de las que seguirá perdiendo hasta que un día se resigne, por un cambio en su contextura humoral, y decida, virtualmente obligado por el cansancio que siempre tuvo, a quedarse con una,
me dirijo a la cocina y me fijo en el arroz. (¿estará envenenado?)


domingo, 11 de octubre de 2009

El Rebelde




La rebeldía es un concepto que se ha popularizado a la par con el mercado. En el siglo XX, como en el siguiente, el mercado y su protegido, el rebelde, han causado la ilusión de movilidad temporal.

El fenómeno Kel, un amago de Britney a la chilena, que en su hit canta “me creo punki”, o RBD, que canta “si soy rebelde” -y últimamente las pueriles tragedias de los teens del canal católico en el culebrón "Corazón rebelde" protagonizada por el sex simbol indiscutido para estupradores, Feña o Denise Rosenthal-, nos demuestra que el rebelde es utilizado como símbolo de apertura y progreso, que es el vientecito en la cara en un viaje realizado en círculos. Ser “rebelde" entonces es inflarse de artificio, como la pornostar que no será penetrada genitalmente gracias a sus enormes "bubis" que la convertirán en fetiche para cuadros plásticos, tales como el bukake industrial o la paja cubana, todo quizás para evitar todo tipo de preñez -y por lo tanto de producto-.

A comienzos del siglo 21 se requiere protagonizar un show funerario. Representar la catarsis de las 12 de la noche del 31 de diciembre, cuando simbólicamente las cosas cambian pero siguen siendo iguales. La estructura sigue operando en la carencia, en la inmadurez, en la victimización de un ser humano igual a todos los demás, que no se distingue del otro y que debe solaparse en fórmulas sentenciadas por el Estado y la propiedad privada.

Las relaciones de poder que existen entre uno y otro, el Estado y lo privado, son proporcionales y cooperativas. Los grandes organismos internacionales han hecho tabla rasa, las leyes económicas son globales, mientras que el mercado genera nichos de consumo que dan la ilusión de estar frente a diversidad (que en realidad es dispersidad), que lleva al "juventón" más modernista a la más senil de las confusiones. Es aquí donde el concepto de rebeldía consigue ser una pieza clave. Ya lo cantaba hace varios años Jorge González: “Me pagan por rebelde, voy contra la corriente”.

Se dice que los que intentan romper con todo, llegando al extremo de hacerse protestas en sí mismos: morir de hambre antes que nutrirse de sustancias tóxicas, inventar todo para tener su propia fe, cambiar su cuerpo autodeterminando su sexualidad, pedaleando distancias extenuantes para no tener que utilizar transportes que contaminan el medio ambiente-, sufren de rasgos narcisistas, pues no reconocen la “autoridad” y peor aún, tienen el hábito de la arrogancia. Yo refutaría esa apreciación. Creo que los jaliscos que se empecinan en reinar a costa de falsos arrojos encarnando la figura del rebelde -cual Lagos que con un dedo fálico-totémico amenazó al tirano de la época pero que a pesar de esa fiereza, cuando obtiene el poder no es más que un gatito ronroneando en las faldas de la estructura-, son los que en realidad poseen ese tipo de patología utilitaria para articular la capciosa farsa social.

Somos su capital humano, el res-pública o ganado ciudadano, que cándidamente cree en identidades individuales, en la “dialéctica de los matices”, en heterogeneidades, claro que todo esto cercado por el mercado. Existen recetas para que cada uno se convierta y adquiera su rol en la sociedad y gracias al consumo de ciertos elementos vendidos por la hegemonía, podamos convertirnos hasta en rebeldes, que le den al Estado y al mercado su ligazón elemental.

Para desmarcarnos de este juego, en donde tiene todas sus fichas el rebelde, se debe crear uno propio, alejado de la triste dialéctica pokemón-pelolais. Necesariamente debemos ser infieles a la herencias, aplicando una transferencia negativa, o más claramente sintiendo odio frente a la idea de estabilidad, instalando lo último como lo primero, trocando piezas, realizando nuevas asociaciones y desacreditando el discurso del otro hegemónico y su supuesto saber, para crear y no solamente hacer terapia de rebeldes para conseguir fama y fortuna.

Uno debe bancarse a sí mismo, ser huacho. Dejar a un lado la victimización, ser un apátrida dejando a un lado esa mortaja llamada nostalgia y desde ahí descubrir el mundo, sin ser un continuador de fallas y omisiones; abandonar los legalismos que intentan solidificarse sobre nuestras espaldas para convertirnos nada más que en sedimento histórico. Esto que a mí me parece repulsivo, me hace evitar la búsqueda de procedencia y de trascendencia; si es que se acepta que la vida es un accidente, una explosión que poco a poco se vuelve sombría, convendremos que la creación, ante todo, es inmanente a la naturaleza. Por lo mismo, creer en lo que la palabra ha hecho ley, en la acumulación de supuestos saberes, en las concepciones oficiales de “verdad”, profitando de las fórmulas que nos sentencian a un modo de vida, sin siquiera interpretarlas, es creer en que uno nació siendo un cadáver.

Para “poder” vivir-se, que es inventar-se, hay que morder el propio cuerpo, aspirando al delirio de autocanibalismo. Y si somos vegetarianos, digamos, el intento de fotosíntesis. Alimentarnos de nosotros mismos, con experiencias y el saber desde el desconocimiento, aumenta la posibilidad de dar de baja ese obsoleto discurso proteccionista y mercantil. Podremos tener líos morales, ser catalogados de locos o autistas funcionales, quizás de anarquistas -y de todas maneras sentir apremios económicos-, pero le habremos dicho que sí a la vida. Dentro de las paredes del palacio que contienen el orden burgués, las instituciones religiosas, de salud, de educación, y las de consumo, que trocaron la plaza pública por el mall, actuamos como prisioneros, con pactos de sangre, mafias, bulling y en definitiva, competencia salvaje, esa que nos hace sentir más y mejores proporcionalmente a la leña que se saque del árbol caído. Excomulgándonos de esa construcción cultural, habremos salido de ese edificio ruinoso que se sostiene gracias a los rebeldes que siempre están dispuestos a refaccionarlo estéticamente, de ataviarlo con bisutería a la moda y, finalmente, fortalecerlo con renovaciones para que nada cambie.

No seamos rebeldes, seamos revolucionarios, pero en una potente revuelta interior. La caridad comienza por casa, como se dice. Antes de la construcción colectiva está la construcción individual. Este es el trabajo que nos hemos saltado y es lamentable verificar en el “comunitarismo”, el “asambleismo” y la romántica política de base que los pinochitos abundan. No hay que temer más de lo suficiente. Nietzsche dijo que éramos islas en un mar sin orillas, pero yo continúo creyendo en que los campos morfológicos existen, que la comunicación telepática y la sincronía finalmente se hacen presentes cuando, individualmente, entendemos que somos parte de un mismo género, sin épocas ni vanguardias.

jueves, 24 de septiembre de 2009

martes, 15 de septiembre de 2009

jueves, 10 de septiembre de 2009

palavera





Los crímenes del lenguaje merodean mi adolescente tardío.

De mañana como tarde y por el mar naciéndole el sol

Consumadas
en la sangre y el lodo arcillando los bordes
las palabras quedas
quedan dentro,

se reclinan y la curva las ataja arriba balanceándolas en la clavada

Apuntaladas dentran
Entran para adentro
Van de retorno
Y al revés cruzadas desde el músculo hacia el órgano
cercenan capilares y telitas blanquecinas como poliuretano

Me van comiendo por dentro cual cáncer adicto a la adolfina
Encapsulándose en la ira detrás de la nuca


El pantano se hace espeso y se puede incluso transitar de rodillas
hundiendo hasta el colmo el cuerpo para cuajarlo más tarde

no me matan pero me ahorcan las palabras

Transporte público me suena "a un joven perdido le sirve cualquier micro"

Las palmas traspiran en la niebla y los pies no sirven sino para caminar
sobre los racimos que se desgajan y explotan dejando manchitas moradas...

sábado, 5 de septiembre de 2009

Antropofagia cultural y mi novia nazi

Es un hecho de que Moisés pasó toda su juventud y parte de su adultez siendo egipcio. Conoció su cosmovisión, gozó de su educación y boato, pues era sobrino del faraón. Según el film Los Diez Mandamientos, protagonizado por Charlton Heston en el rol de "Moises", su principal motivo para “darse vuelta la chaqueta” fue un lio de faldas con su hermano Ramsés II, con quien se disputaba, además de la hembra, el trono, y con ferviente eficiencia, pues fue Moisés quien anexó territorios y el que construyó la mayoría de las edificaciones que perduran hasta hoy.

Su megalomanía lo llamaba a ser más que un buen rival y en cuanto se enteró de su verdadero origen, de opresor pasó a libertador de un pueblo que se hacía llamar “elegido”. La pugna entonces pasaba de ser la envidia y chimuchina amorosa, a una guerra santa. Mejor panorama para su venganza y mayores posibilidades de victimizarse a los ojos de su amada.

Los de raza oscura que habían logrado someter a clanes blancos sin organización politico-religiosa, se vieron obligados a desaparecer por una rebelión que llegaba desde la cumbre de la pirámide, pues fue el sobrinastro de Ramses I quien capitalizó el descontento de los esclavizados para desbaratar el imperio egipcio.

Ya todos sabemos lo que sigue. Moisés se convierte en un brujo capacitado para convertir un bastón en arma de destrucción masiva, diestra en abrir mares y de envalentonarlo para recorrer 40 años por el desierto junto a pastores apátridas bastante volubles, ya que sus costumbres pendulaban entre la adoración a un vellocino de oro y la completa convicción del Dios único y todo poderoso revelado a los pies del monte Sinaí, donde el mismísimo Dios le otorgó al "padre de los judíos", Moisés, la Constitución o tablas de la Ley, que se conocieron finalmente como Los Diez Mandamientos.

Esta historia primigenia en las bases de la civilización occidental, nos da las primeras claves del modus operandis judío, en donde la antropofagia es la que ha sido y seguirá siendo, la estrategia para la sobrevida de esta gran secta, que depreda culturas para apropiarse de su destino "escrito" por obra y gracia de un Dios monolítico y falototémico, movido por un afán de poder político por medio del mito religioso.

Jesús, el rey de los judíos, fue crucificado por órdenes de los fariseos, que por medio de él impusieron su voluntad política frente a los romanos, y luego ésta misma figura mitificada les sirvió para desbaratar de una vez por todas al imperio.

Es cierto, luego de que la técnica se encargara de reducirlos, mostrando la crudeza de la industrialización belicista que dejaba en el pasado las luchas cuerpo a cuerpo, es difícil sostener el argumento recientemente señalado. El Holocausto con sus muertos, sean 4 mil o 6 millones, ha otorgado una eficiente "carta blanca", y con ello una justificada victimización, afianzando su identidad sufriente de “pueblo elegido” en búsqueda de justicia.

Los sionistas han sacado provecho de esta posición de debilidad consiguiendo concesiones y pudiendo aliarse con el poderío estadounidense, que hoy por hoy los eleva a ser los dueños de este mundo, y lo que es aún más importante, quedar a ojos internacionales como los buenos de la película. Mucho ha hecho la industria de Hollywood al respecto; logró generar una imagen de perseguidos por antonomasia, pero ¿se ha sido fiel a los acontecimientos? ¿Dónde quedan los traidores enrolados en las S.S? ¿Los sionistas que utilizaron el genocidio para agenciarse licencias económicas y geopolíticas? ¿La usura y el mercado financiero que tenía sumido en la deuda y la mediocridad económica a los países de Europa, a los cuales se negaron rotundamente a pagar impuestos?

Esa es la parte que nadie cuenta, pues ellos han sufrido, y mucho. Pero hoy vemos que la victimización de la que históricamente han hecho uso, los sitúa en una posición de poder frente a los demás países, o pueblos que no han sido “elegidos” más que por sus propios ciudadanos y no por esa abstracción totémica llamada Dios.
Hoy por hoy continúan en nombre de “él padre” fagocitando y subsumiendo en la decadencia cultural y moral a los Palestinos, por medio de sus reivindicaciones.

Es confuso comenzar a pensar que el anti judaísmo tenía algo de razón, aunque Pound y Wagner, grandes genios artísticos puedan haber esgrimido poderosos argumentos. La persecución que sufrieron por hacer ver al mundo las alianzas espurias, los alejó del reconocimiento público, así como Hitler fue convertido en el monstruo enfermo, sin reconocer en él una retorica poética interesante, que enfatizaba el desarrollo de la juventud y proyectaba una patria justa en donde el capitalismo y la usura no tendrían cabida. Es así como se le ha confundido con el fascismo, siendo que éste es inmediatista y frívolo, capaz de transar todo por el beneficio de las capas superiores.

Con este veto cultural, el mundo occidental a debido vivir desde los albores. Así nos hemos quedado revolcándonos en el lodazal de la autocompasión, con memoria entrampada en el dolor que los culpables utilizan para pregonar su inocencia.
Lo más probable es que quien lea estas líneas me tache de infame y decadente, de miserable y facinerosa, mas mi único afán es que los velos sean sacados uno a uno y podamos desprejuiciarnos para admirar en su totalidad las visiones acerca del mundo por medio del lenguaje, aunque este sea bizarro, delirante o esotérico, pues las censuras impuestas por el dolor, para mí siempre han constituido una trampa, la misma que tendió Moisés al imperio egipcio hace miles de años.


miércoles, 26 de agosto de 2009

VIVA¡¡








Porque ya no es el poder popular de las masas
es la visceralidad autogestionada del populacho

y eso está bien

por eso relajese y haga lo que le de la real gana

ocupe sus tiempos

haga lo que quiera

acuerdese siempre de hacer lo que desee
apropieselo


La revolución del proletariado está aquí

En su ocio que será trabajo

En su pulsión vertida en el amor, incluso el comprometido y proyectado hacia las borrascas del futuro

Aúnque usted crea haber asegurado el chancho

Hagalo
haga lo que quiera de todas formas
por que las leyes del universo apuestan por el retorno

No huya porque usted estará haciendo revolución con los brios puestos en usted mismo

Vos po Lucho

así de simple

Guardese la Hoz
guardese el martillo

Olvide la linea de crédito pero no su contraseña

y viva

porque hay que vivir.

viernes, 14 de agosto de 2009

¿Lleve de lo bueno?




El comercio ambulante llegó a tal popularidad unos años atrás, que Juana Fe consiguió un hit y una inolvidable ovación en la Quinta Vergara. Los pregoneros que se supone iban en baja por el influjo de la modernidad, hoy se escuchan por las calles ofreciendo escobillones, canastos y tortillas al rescoldo. Todos ofrecen y con estilo singular, pero a pesar de los bríos y la elocuencia ¿alguién compra? La mayoría ya hemos solucionado el problema de abastecimiento de escobillones, canastos, y si bien siempre nos tienta una tortilla al rescoldo, los cánones alimentarios nos dictan comprar el buen pan de molde sin colesterol o unos pan pitas que recuerdan al Nazareno, pero uno de Lastarria o de Templeman.

Sucede algo similar con los pregoneros electorales. La gente ya se ha surtido de dogmas a la medida, Jesúses personales, símbolos de paz y en definitiva, una ética madura y dinámica, que no espera complacer y tampoco coincidir. Despues de tantos años con la "alegría" abarrotando la vida pública, nadie esperó que alguien viniera a ofrecer pomadas a la casa, y nos acostumbramos nada más que a las cobranzas telefónicas o por correspondencia, a algún mormónelder desabrido y las ya típicas campañas concertacionistas que nos acostumbraron al mal menor y a seguir temiéndole a una derecha, si bien con las manos manchadas de sangre, pero tan oportunista y chacaloza como los próceres e históricos libertadores del estado de derecho (solo una "a" al final de esta última palabra les limpia de lo que en evidencia, siempre han sido: un estado de derecha).

Veo en la calle Victoria, cómo las abuelas y madres solteras confeccionan con religiosidad, un altar a punta de calzones y sostenes, calcetines y chapes para el pelo, sacados de unas cajas de cartón arrastradas durante kilómetros con la ayuda de carritos de feria, para luego de una jornada de más de ocho horas, desmontarlo e irse con un saldo fantasma extraído de las dudosas ventas. Se nota a la legua que el negocio está en otro sitio, como ocurre con el cassette de Leo Dan (que se pide en un kiosco del gran Valparaíso) o el kilo de paltas, que resultan ser un lucazo escuálido pero efectivo .De alguna forma hay que salvar el chancho.

El negocio, aunque sea evidentemente tránsfugo y figure dentro del mercado negro, entraña mucho más que la compra de un sucedáneo que nos sumerja en la ilusión de la posesión. Incluso si fuese el original, ese que se obtiene con tarjetas de débito y es embalado en hermosas bolsas plásticas que dan status a quien las carga, el negocio siempre sucede en otra parte. No está en el objeto en sí mismo que se pretende vender o ya ha sido vendido; está en un lugar al cual no tendremos acceso, así fuésemos el casero más fiel y demandante, porque las ganancias más requeridas por los comerciantes son de orden emocional.

Si bien las grandes cadenas les parece vital tener utilidades que marquen las mejores puntuaciones en las Bolsas, no es eso realmente los que los mueve a explotar sin tregua. Es sentirse los mejores, los primeros. Lo mismo pasa con la señoras de la calle Victoria, que se hielan el esfínter esperando que a alguien se le ocurra comprar ropa interior que causa micosis vaginal, con el afán de sentirse útiles, justificar sus existencias, y ser parte de una sociedad productiva.

Tenemos candidatos legales, que cuentan con holding y publicidad, y también candidatos ambulantes, que a lo más, tienen una red que les advierte de los peligros de estar sin alero e incondicionales que prefieren el menudeo. Sin embargo, ambos sufren de la misma tara. Apesar de las reglas del marketing, no apelan a las necesidades preexistentes y tampoco generan expectativas, así se deshagan hablando del "cambio" o haciendo declaraciones de principios, que pudiendo ser audaces, terminan siempre de guata en el patetismo. No son capaces de generar una buena propuesta y la que tienen es tan poco atractiva que deja de manifiesto que en otro lugar está el negocio. En ese sitio inescrutable para un simple consumidor. En la psiquis de quien se interesa en "vender".

El problema es que no existe pomada. A lo sumo una mancha de una pomada vencida, o el recuerdo de una pomada milagrosa que se perdió en una cajonera apolillada.

Los candidatos no quieren ni siquiera vender la pomada, siendo que vengan a venderla es algo usual en un país donde las oportunidades laborales llegan tarde, mal y nunca. Y no digamos que los aspirantes al hemiciclo, o a La Moneda, no están preocupados por la cesantía. Sobretodo, por su propia cesantía. Lo que les mueve a todas luces, al igual que el que comercializa, ya sea en las grandes o bajas ligas, es mantenerse al corriente, es ser venerado por un usuario confundido y ávido. Pero, para suerte de los autócratas, la crisis en el mercado, y más patentemente en el político, a llegado lejos. Los productos están revenidos, son de segunda mano y que los que se han tentado a comprar, tienen docenas de gatos pasados por liebre.

Quienes un día coreamos el "lleve de lo bueno" con toda la fe puesta en el ritmo, hagamos el ejercicio de tararearla en una caseta frente a una papeleta; simplemente nos revelará lo falaz y hasta ridícula que resulta esta frase cuando se trata de lo que nos ofrecen los "candidatos".

El azul movimiento de un denso cariño





la ballena nada en un estanque lleno en un acuario inmenso
se sumerge y luego avanza hacia la superficie
entretenida o absolutamente desesperada

no es un un pecesito naranjo de restaurante chino
donde parejas ilegitimas comen guantán mientras atoran sus pasiones con soya negra

está ahí gigante y atrapada
azul y densa una roca se mueve
y yo camino por el fondo con una pestaña dentro de mi ojo izquierdo
derramada como si se tratara de un acto erótico

un pelo largo y negro como espina en la pupila clavada

mientras el agua se pone espumosa
y me lloran los dos ojos


sumergida como en los cuerpos ajenos el agua me envuelve y se enreda como si de dedos se tratase
y embriagada
mi placer se va en cada H solitaria y en una O desparramando
sin sentido ni dirección

son la inmovilidad y certeza necesarias para radicarlo en mi pecho

trascendida hacia el lomo de la ballena
mi espacio se reduce a un páramo concreto

la ballena se pone estática y más parece una montaña o una pirámide sometida a la historia

su tamaño la invade y no se sabe que piensa
mas su transcurrir es visible
evidente

me deja cabalgarla

se dona como un buenas tardes
como aquellos avistamientos
siendo ovnis en las playas cálidas antofagastinas

arrojando ámbar en ofrenda fúnebre por las costas de Quintay


Arcaica y terrible se nos tuercen los ánimos en compleja disposición de piezas:
una vergüenza acá, una envidia allá, una natural congoja, un estornudo incapaz de secretar sustancia, una voracidad sacrílega y poluta, un tierno bostezo litúrgico que se deshace luego en otras bocas...en cannon danzando los sueños en suaves arcadas...

un cariño que espanta a los habitantes terrestres


la ballena recorre en dos brazadas su universo
estamos congregadas a la imposibilidad de un minúsculo espacio
y eso se usa como si fuera un milagro
nos amamos en un abrazo anatómicamente disparatado
única proeza de la que seremos capaces

desconociendo los fisgones que se aparcan en la vitrina
la intimidad nuestra es imprevisible en su total quietud



me nada debajo

y sumergida parece abanicarme el consuelo de su extensión cetácea

martes, 4 de agosto de 2009

domingo, 2 de agosto de 2009



miércoles, 15 de julio de 2009

sábado, 11 de julio de 2009

NADA

Después no te quejes, decía mi mamá. No puedo dejar de escuchar su voz en mis oídos, y creo que es porque me da pudor pensar que es lo que hago a cada segundo.
No lo hago sin embargo porque me falte algo, sino por la imposición de que ese algo exista.
y qué tiene que falte algo? que importa si no es entretenido? o si la audiencia no puede tolerar la horripilancia del vacio?

La amputación es aún peor si se deben gastar los ahorros en comprar una ortopedia.

No me preocupa no poder comprar lo que necesito, porque eso que se supone que necesito, sé que alguien me ha hecho creer que lo necesito. Lo que me preocupa es la incomprensión de que nadie necesita nada de esto.

Mi desconsuelo abarca las distancias más necias, ininteligibles para un alumno fiscal que hace dibujos y poemas bendecidos por el talento. Justamente esos niños que son felices aún en situaciones adversas, son los que se hacen solos sin esperar entretención más que la que les toca vivir.No necesitan desesperarse y hacer berrinches. En su hábitat si es que hay amor, no les hace falta la bisutería y la ortopedia neoliberal que les condena a un esclavismo humillante que radica en morfar y volverse enfermo. En comerse la chatarra vendida como software que evita fiebres porcinas y transito lento.

Si, es verdad, me quejo de la necesidad, y no solo de la mía, sino de la de todos, por que sé que es una complicidad que se aventura en la tragedia y eso nos convierte en hermanos.

Estamos cagados por alguna patología, pero somos honestos y corremos de todas formas con la belleza de comportarnos con el natural afecto por lo pequeño. Aún amorfos y mostruosos nos presentamos con esta carne frente a los humanos amalgamados con las maquinas. Ensamblados y reforzados para destruir construyendo más patrimonio.

Yo prefiero sobrevivir al deseo, sin cederlo ni un ápice aunque quede con un trazo, con una ternura y soledad disfrazada de hiena, pero solo disfrazada por un rato para hacerme la fuerte,sin muecas chuecas simulando un espectáculo artístico y criminal de primera línea. quizás ya he perdido el brillo, y la maldad se me quedó atorada en lo sencillo, en lo que comienza paulatinamente a oler a resignación para los que snifan con un corneta hecha con un billete de 100 dólares.

Como si se hiciera votos por una causa desconocida alegremente, con solo un poco, pues eso basta, quiero que lo residual se quede como pepitas de oro en el plato de un pirquinero.

Miro y me asusto de saber ciertos detalles de compras. De las tecnologías y su rápida difusión, interconexión, reproducción, encanto, fascinación y torpeza. Me asusta conocer en qué fue gastado el bono SAE, o como se gasta el dinero el mozo de tiempo completo del Moneda de Oro.

A mi no me hace falta. A mi no me interesa deber los meses de la renta de febrero y marzo.
No creo en la gravedad de la deuda, pero si en la deuda de Madoff, y del Banco Morgan, de los royalty que Barrick se ahorra, endeudandose así con chile y argentina, y en lo terrible que puede ser todo aquel que muerto o vivo, sea un sapo castrado croando en una noche pegoteada y virulenta.

No siento que me haya equivocado en bajarme del carro de la Victoria.

Sabes que la verdad quizás sea esa, porque ves el rostro de sarkosy y obama extasiado , como el de los liceanos corriéndose una paja en la pieza del maricón del curso, con 38 grados de calor y unos comic desgajados repartidos por el suelo y una tele con un vhs de emanuelle, que falla cada tanto. aunque la cara de obama y sarkosy ya perdió la inocencia de estos cabros pajorretes, pues tiene el poder que les confiere el estado, por lo tanto tiene la malicia de quien mira lo que mira: el culo de una brasilera que Lula les ha llevado junto a la camiseta de una selección nacional anacrónica, pero valiosa como un nobel. La muchacha posará su material como un animal exótico en ofrenda y será la delicia de los monarcas del g-8.

(igual siento la necesidad lejana de comerme a obama, y me siento tan frágil por la necesidad de un negro, pero no de un presidente)

Yo no necesito eso. He ido al casino y me han dado ganas de llorar. Pero quizás en un teletrak me reiría a gritos. Aún así, quizás tenga mi Obama, por que la suerte, la vida, el amor, no guardan relación con lo material, y puede haber un tipo igual de negro y con la voz tan profunda como obama, pero sin las necesidades de obama, o la ambición de obama, o el heroísmo barato de obama y sus políticas híbridas, perfectas como un infiltrado.

Lo único material que existe realmente es un parto. pero un parto a la antigua, vaginal, no programado y con médicos inéptos; el más claro ejemplo de la pobreza y la necesidad real a la cual tienen derecho un porcentaje absurdamente ínfimo. Y es un honor. Esas necesidades, esos tránsitos, esas humillaciones, traen mérito a quien las sabe afrontar.

Se habla desde el dolor con la lucidez del viaje y no se escatima. En la dilapidación del pozo que jamás se seca, está el flujo de la energía que no necesita carburante.

La sencillez es respetable, y siempre lo ha sido. Quien perdió el respeto al charquicán, es el que reprodujo la desesperación y el asco. Ahí los débiles cayeron en el robo suntuario e institucionalizado, en las ordenes de allanamientos a las comunidades, en el ejercicio del miedo a uno mismo. Y todo lo que de ahí provenga se enconó con odio en el alma de un diablo irradicable, que parasita en el deseo y lo convierte en el más podrido afán de ser un cabrón que no quiere ni siquiera clones, sino muertos.

No hay porque dominar la situación, y menos ofrecerse de rehén. Hacerse a un lado, evitando el "pape", es la mejor resolución, aunque no haya camiseta de la selección brasilera, ni culos brasileros, ni brunnis, ni obamas. Y todavía menos si solo se trata de una bluberri, aclamaciones pisoteadas por el espectáculo hipócrita de la diplomacia, o el entusiasmo alienado de las tristes marionetas ecológicas, parafraseando a una idem.


Al estar siendo cómplice del abuso más terrible de los últimos tiempos, no me queda más que decir que admiro la sencillez, y que la dignidad no está en erradicar los campamentos con la ayuda de una trasnacional canalla que evade impuestos y nos cobra por el espacio aéreo y terrestre para poder comunicarnos con los seres humanos, que estoy segura, podrían hacerlo telepáticamente de no estar ensamblados y extendidos a la mala con ruines artefactos que hoy copan los escaparates de las tiendas, llenan de torres Nueva Aurora y son la ortopedia del futuro que se empapa de arena, y ya es desierto.

No necesitamos ser desarrollados, tener poder o dinero para comprar situaciones y objetos que virtualizan la felicidad.
La necesidad está en el derecho de ser pobres y jóvenes.
Confiados de jugar en la intemperie.

Para qué tanto, me pregunto cuando veo las grandes cantidades de dinero, que no existen más que como títulos nobiliarios que otorgan la potestad de la muerte y degeneración sobre lo que permanece surtiendose a si mismo, sin necesidades, sencillo, regenerado a cada instante. Para qué, malditos canallas, quieren darse la importancia obligando a tantos a cortarse las piernas para hacerlos suyos.

Quienes cayeron en la trampa y fueron sometidos a la invalides, por negligencia, malos hábitos, depresión, o ambición; en este último caso la víctima incluso agradece el artilugio y lo paga en cómodas cuotas de servilismo a su captor, que lo revuelca en el deseo de volver a verse con el par de piernas, como si nada hubiese pasado, recobrando la posición erecta, con la cual se ve ciertamente mejor, como unas lolas nuevas hechas por un artista plástico, un Rodin de los quirófanos, son máquinas humanas que no saben donde empiezan y terminan, mas son una pieza compacta, indivisible, usada como plataforma, con la ilusión de multiplicarse, pero no, nada más ladrillo a ladrillo un muro,compatible como repuesto, parte de un sistema del cual nada conocen y funcionan como robots emos que compran su desdicha, y de todas maneras se convierten en un pozo. Un molino de agua que gira y es infinito,un carrusel de maniquies que giran con ruido de máquina y expele los aromas fermentados de una celulosa. Nunca volverán a moverse como un ser humano. Han entregado su deseo para que éste quede convertido en lo que mejor le parezca a los otros. las piernas reales fueron molidas como carne para algún plato solicitado en las mesas más excelsas del mundo, y las nuevas resisten las trancadas de los demas jugadores que también tienen una canilla y un talón de acero.

Obstruido y en el medio se logra un preciado tesoro: pertenecer a un grupo que cree funcionar en un encaje perfecto. Como si no existiera conflicto entre la piedra y el musgo, entre el muñón y la pierna de metal pesado.

¿Confías en una realidad infalible, como la que viven las ovejas y su pastor?

pobres ovejas descarriadas que prefieren volver al rebaño. Aunque siempre habrá otras que no lo necesitan y tienen la ternura de saltar sobre una cerca si algún amigo tiene insomnio.

Los deslindados, sencillos como globos, no necesitan más que lo que poseen. Eso los vuelve generosos como el intimista y el sabio.

viernes, 10 de julio de 2009

Poeta chilena dispara





I

Pálida en la huida por los océanos más grandes del sistema

la organizadora de orgias y huelgas de hambre

Fiera iba fiera venía durante quince siglos desafiando los satet- elites galileos.

Brillante homicida rítmica, nunca miro al cielo porque allí todo es pasado,

Y tan terráquea como se lo permitieron las fuerzas combinadas del sol y la luna compuso el mapa de la muerte y su formidable melodía luctuosa.



Su apertura fue un disparo hacia la absoluta altura, dejando a la noche coqueta, abisal y primigeniamente pornógrafa, con sus fractales caóticos confundidos,

Rindiéndose a paso torvo por el silencioso camino de las galaxias.



La poeta homicida, en su primer acto, desarticuló el orden intergaláctico y sólo

su cuerpo contuvo la dimensión intrínseca del objeto vivo, deseante en la azucena

y el cactus, en los gladiolos y los perros, en la abeja y su zumbido.



Cambiando el ritmo de los orfeones, da en el blanco, atraviesa a los ídolos religiosos, desfigurándolos, dejándolos a imagen y semejanza de la NADA.



El impacto, arrebozado en el esternón y el ombligo entelequia-cos, se inclina como brújula hacia un punto cardinal, navega por la ruta de los de pelos en pecho, imperiosos y despóticos en la conjetura del cero.



La poeta homicida se va secando el dorso húmedo de su mano helada;
expía la raza de su fantasiosa inopia: “el hombre creó el mito” y suspira,
sin dejar de recordar, ni por un segundo, que Cristo fue honesto y malinterpretado.



Como un racimo que cuelga de un parrón atávico,

con la esclerosis de una consonante concluyente en el destino de la palabra,

el tirano inmutable se sujeta de una ramita; darwinista de vocación parásita

y la poeta chilena dispara, sobre él, sobre él, el HOMBRE, una bala

diseñada con los arrojos claviformes de una cultura olvidada

en la pequeña y elegante carterita de Medea.




Percuta el arma todo lo que sea necesario y hasta que quede convertida en

un puñado de florecitas moradas, jóvenes, regeneradas como las lunas menores de Saturno, asteroides capturados

Balas, que como semillas se anidan

en el útero prebiótico y gélido de la Colt

((Perdonen lo poco))

(La Magnum checoslovaca estaba para colisiones alentadoras, con daños más alentadores, en orbitas ambiguas, lejanas, más allá del bien y el mal,

cercanas al placer “de despernarnos juntos”, como diría Pound, matando a un fiscal económico que busca pitutos en algún buffete de trasnacional cafiche, o a expertos que sugieren una teoría exacta y amoral para el drama de la maximización de este ser humano, que se aleja, velozmente, eyectado por la civilización, hacia la cumbre de la torre de Babel, a donde ni el dopler electromagnético capta el mensaje y su destino. ¿Donde está el Mesías?)




Un fluir gimoteando ¡bang-bang! agujerea los enfados y certezas del mancebo plagiador de la historia: tiránica, oxidada, cogida desde las suelas de un botín manchado con sangre y boñiga.



Fingidor de heroísmos, evitador flagrante del desvanecimiento natural de las cosas sin importancia, facineroso remedo, fantasía enajenada en caprichos rugosos como la piel de un paquidermo. Fome, fofo, fistulado que

Forongo y devergonzado fue yendo por la vida

Por fin cae en los brazos sinceros y radicales de la muerte

Apasionadamente geocéntricos, le exhortan a dejar la buena costumbre de almacenar hipocresía, peculio, verdades desleales con su origen e infelices vástagos: herederos del estercolero dislexo.




La poeta chilena, aún caliente por la volcánica estampida,

por el inmenso favor concedido

ya ha bajado el Revolver.

Constituyente y nueva se aparece arañando la ruinosa circunstancia

Encendiendo el pensamiento con la evidencia de la pelea ganada

Rozando el descontrol y la ferocidad

Prodigiosa

Pisando el rostro del cadáver enfriándose, y desde la cretácica esfera

Canta, en clave titilando, en avieso corpiño, en excelsa cordura. Intrépida:

¡La paridora del mundo merece más que una pintura ecuestre, un mausoleo vitalicio, una animita en la intermodal!

¡La cancerbera del núcleo enigmático no está para la liquidadora, ganando como obrero ruso, disfrazada de terno-ternero y vaca-corbata!

¡La llamada a ser la María de las Marías, la Sarah Connor de las Sarahs Connors, no le interesa poner zapatos de mecanógrafa triste sobre obituarios de mujeres tristes, de funcionarias tristes, de mano de obra barata tristes, de empleadas sin salario, tristes, todas tristes, ni le incumbe inventar neologismos canallescos para penalizar la barbarie y el desamor¡


El arma de fuego humea laxo al costado de su flanco trémulo

Ha disparado y se siente conforme

Ha logrado que el trayecto infinito libere su estirpe


II

Póstumo el macho fustigador sostiene con la mano curtida la inconmovible bandera del planeta moribundo, aterciopelada como los ataúdes que se hunden en los potreros y bajan len-ta-men-te los vestigios de una raza antropomorfa e insaciable que, inconclusa, en la tacha, en el silencio, en el error

se cuaja como el sebo de un cerdo

y se diluye con el calor matriarca que mana del disparo sólido y luminoso de la poeta homicida

“¡Obra de la magia, la tierra me está cubriendo de su fecunda bravura¡

¡La estrella me alumbra y sobre mi vientre un Belén encadenado a la divinidad caníbal, se libera de idiotismos estructurales¡ ¡Tengo fe¡” musita ya muerto

con un disparo en el pecho, con todo el peso del mundo y la banderita flameando como un ser feliz un domingo de fiesta

Comprendiéndolo todo, queriéndolo todo, habiéndoselas con todo

Mas la poeta homicida caza en la vorágine, un dueto de mandíbulas…

(las del macho otrora fustigador y las del ángel que le ha dominado en la necrópolis con cordura auténticamente jesusiana)

…con los caninos destemplados, varoniles en amarillento y hediondo tabaquismo, para desgajarlos uno por uno, apelando a la tamaña farsa que sería

RESUCITAR en un nido destruido

“Las franjas de gaza se reproducen como cigoto del séptimo día” piensa la poeta homicida,
mientras carga la pistola de dientes y mendrugos, de ruinas del sucio muro, grosero y hostil, de pascuas incrédulas, mediocrizadas por la usura que nos convierte en zombies, sólo para condenarnos a asistir a nuestros propios funerales.

La revancha se ha propuesto mutilar los necesarios aconteceres reales
en donde
La Verdad, esa viejita con el complejo de Diógenes que come pañales y vive bajo los escombros de un horrido edificio,
se encoje de hombros…

Y POR FIN… aparecen los vacios caminos desintegrando desgarros.

Blanquean,

dejando huellas de luz en las rojas arterias de la poeta asesina.



III

La ilusión me arde como poesía en el lomo bruto y no quiero verme fea babosa vagabunda, locuaz gallina cloqueando, castigada con la locura longeva, encinta de la noche amedrentada porque hay andrajos, órganos virulentos y desmontados animales sometidos con máquinas succionadoras

Mastitis en las ubres de la vaca sagrada

Ponzoña en la sangre de los pollos que saben a pescado afiebrado por el virus Isa, piojoso, en un leprosorio en el fiordo de Aysén.

La reducción binaria, la emancipación doliente de los sentimientos sublimando lo femenino, el descompromiso ribonucleico de dos gametos divorciados por culpa de la simiente vertida en la espectacularidad extrema de un bukake japonés

La deuda externa, ataúd de las diásporas pendientes, guillotina de los viajeros, alcaide de las cárceles llamadas países, el macho adolescente y su fuerza pendular hacia el macho anciano, bipolar entre la juventud y la vetustez como los zapatos escolares de los niños del norte

desconsoladosdesoladosdegollados

por la nigromancias simbólicas de Moisés
y sus Tablas de la Ley: Los padres con épica sordera, nada más llegan
cuando el grito en cuello se ahoga en estrafalaria y emética pirueta

“!!!¿Porqué me has abandonado?¡¡”

Me sacuden la sombran,

tiznada y clandestina como un tren que carga pichones que huelen a lluvia; rugiendo en la pretérita pretensión de ser sacerdotisa matriarca, mi vientre es un cuero duro manando sangre, emprendiendo

la jornada dura de la genital mortaja



Y yo, poeta chilena dispara, tenía la idea de que los fuegos del volcán más alto de Chile me crisparía las vísceras

Pero no hirvió en mí la época de ser Generala de la Internacional Situacionista, o como tú, buena poeta, poetiza! Generala Sandinista




Y la idea de estrella y de fuego se desmigaja, sin que una paloma se tiente, haciéndome falaz tránsito hacia los calados del equinoccio

Es la noche del mundo la que me llevo a cuestas

Es el páramo de la luna desnuda en el alba inmóvil, el que me ataja

en un duelo Perpetuo. Terrorista. Es la lengua la que se me cae a pedazos

por una enfermedad endocrina sentenciada y untando con pepas de sandias
las zarigüeyas que roen las lentejas en mi garganta,
la fuerza de los fuertes me recuerda que

rencoroso solo cuida a rencoroso

Y me resigno en la vereda del olvido, o del CRIMEN

y la memoria de ginebra me vomita el trasero en un paraje desconocido,

voraz como la boca

de un lobo atrapado en la trampa del cuchillo sangriento.




Sin replicas ni macabros dioses, los clásicos impecables los pongo entre renglones





Mi gélida y mortecina perdida cromozomática habita en el pánico del ánimo romántico. Se me frunce el entrecejo misionero, cursi enamorado, con gusto a limonada caliente, deshidratada dentro de un sachet postmoderno,

marketeado con una pegajosa sigla con diéresis.



Mis ideas penetradas por los cuernos, por los cuervos, por las crestas horridas

Evadidas por la espera, me recuerdan que recuerdo

¡Es la nostalgia un denso trauma llenando el vacío!



IV

Olvida, POR FAVOR BUENA POETA, POETIZA! mis ideas que son sollozos proferidos por un espíritu atormentado y políticamente incorrecto

Esperanzado

Insatisfecho con su existencia en el abismo de la alienación totémica

Nunca más

Ya las tengo tentadas a caerse por el estrecho camino de la poesía polvorienta

de los cementerios

A caerse con estrépito como dentadura anciana

A CAER…se, para despertar- me –muda-me-nuda_ desnuda entre los sueños y

el aroma a cobre de las cordilleras

y a través vigilando los colores perpetuos que profesan futuros desde hace mucho

...desaparecidos

La mujer no existe.



A comerme a dientes puestos los cocodrilos pandilleros y satánicos están próximos.

Me ofrecen la barba de Nefertitis. Me dan el sillón de la presidencia del universo antes de servirme como plato de fondo…

No sé si aceptar Porque: sinadiexistesinadierrecuerda Si nadie

ES

el niño indómito indolente saltarín como la pulga de un burro

se disemina mi inoperancia, mi inacción, y caduca mi idea de ser yo,

La estrella. El fuego del volcán más alto de Chile. La enana marrón brillante

desde muy lejana distancia, como un cuesco dura, y ENÓRMICA a milímetros

del lector inmolado en medio de mis versos

No otra, Tabulada, con honoríficos cargos decorativos

Espejo bizarro, multiforme, destiñendo y deformando el sol que habita en las lámparas de agua

Como cuerpo polímero y lascivo, o acartonado

y espantoso como catedral de níquel, con agujeros impávidos para los mandados.




Me parapeto apenas sujeta de la más austral hebra de mi género:

Diosa pagana encendiendo todos los soles en un veranito de San Juan

Liberando la luz de los altos crepúsculos heridos por molares humanoides fetichizados por blogs y facebook, msn, Hi5, códigos binarios en la pantalla cocida con monedas en una tinaja de instintos

cristalizados en caramelo de feromonas interactuando en el inframundo

de la red abstracta, que sujeta

los dorsos de un mundo irreal: paráfrasis bíblica en un epitafio rimbombante,

falseado para glorificar lides jamás concretadas…


Y TODA LA PRENSA, TODA, CON SUS EDITORIALES Y SUS CARTAS AL DIRECTOR, haciendo barra a las estulticias generacionalmente transversales, aunque nepóticas.



Las cajeras de supermercado con su moño feudal y las funcionarias indestructibles y amenorreicas, comprimidas en la manufactura barata y el 8 de marzo

Tienen hijos criados industrialmente

Que ya nadie, Y escucha bien, buena poeta, poetiza!

Que ya nadie dedica poemas blancos

Que ya nadie, Y entiende bien buena poeta, poetiza¡

les hace creer en unicornios, ni les lee cuentos de los hermanos Grimm y menos llora por los “piececitos azulosos de frio”, invisibilizados en las estadísticas

que los marca, rebaño de la Re (s) pública, con un minúsculo 13 porciento

en la encuesta CASEN ¡CASEN, CAZEN, CACEN¡ a otra incauta

/La pedofilia es nada más que una preferencia en los Tags de los portales más visitados y la Unicef una buena vitrina para futbolistas de renombre/

Apenas se escuchan los pájaros

El pesticida vitivinícola los ha matado casi a todos.





Quizás solo fue un agujero especulador mecanizando el particular gesto del mundo:
La reproducción humana y su tragedia en la repetición de un escalofrío aterido en el fondo

de la piscina de un narcotraficante que obliga a la mamá de Luis Miguel

a conjugar con maestría griega el verbo lesbiázein

Tiene el paladar marcado con una huella india y su rostro

finalmente líbido y trocado por la arcada.

El opus dai y el legionario de Cristo pecan como Onán durante la ducha matinal

y las únicas incautas son las adolescentes risueñas que en el liceo público sintonizan un reggetón misógino que les ordena empotrarse

Embaucadas por la tormenta desaforada de los espasmos

pero sin arte ni parte ¡El Amor!: rastrojo de funcionales glándulas cerebrales secretando la química fulera para lograr que muchachos

pobres y sentimentalmente inválidos las fecunden
(o inválidos y sentimentalmente pobres las fecunden)

para seguir contando la misma historia, de madres y huachos, de huachos y madres vengando con amor psicótico, el curioso enigma de la santísima trinidad

ANTUCO!!!!!!!!

me repiten los oídos

Y toda la cháchara compulsiva es entusiasmo feminoide radicado en

el hipotálamo y el periné dulzón, que obliga inmundamente a seguir

el positivismo escrito en la página de sociales, donde sonrientes caras
patentizan los romances.

La oportuna mercadotecnia de las emociones me regala el optimismo junto a la venta de bálsamo para cabellos teñidos.

Soy usuaria sin línea de crédito, persona hipotética y fantasmagórica, cautiva

A la cual las ideas se le esparcen como esporas

hasta perderse en un pañuelo desechable o a la sombra de los muros cóncavos que cercan la fábula, que de moraleja ya no tiene nada...quizás un efecto dopamínico que tuerce la voluntad de los faunos extraditados a las grandes ciudades

en donde la línea de producción es protegida con apósitos

hechos con bosques vírgenes del indómito sure chileno,

igual que los tampones y las toallitas higiénicas, con y sin alas,

diurnas y nocturnas


¡Somos un ejército de tabúes talando con nuestras vaginas las selvas ígneas y verdes! ¡Que nos dirían las amazonas de haber existido!

¿Qué nos dirían

o cómo nos torturarían de saber que nuestra sangre es un nicho de consumo?



Misses diecisietes posan con sus pantaloncitos blancos para las cámaras

y el folleto instructivo es una ilustración artefacta de una fábrica que debe

ser liquidada por sobrepoblación de bastardaje.



Me lamento de haber disparado, me lamento de ser la poeta homicida matando

por determinismo biológico a los de apéndice miserable.

Me lamento de ser de una especie víctima como los pusilánimes que usufructúan de la debilidad,

cual comensal digestivo, bebedor de costumbres en trofeos de guerras dilapidadas, enaltecedor del dolor. Numerario activo de una milenaria secta reaccionaria…


Me lamento y pienso en que no me he pensado más que como sombra atravesada, con la vida prestada por un don nadie que verdaderamente no existe.

Ayayaisito!!! Con la flojera y el miedo, esa parejita exitosa
que tiene su nidito de amor dentro de todos (aún más de ésta, que se ha dejado, cómodamente, permear por las alucinaciones patriarcales)

porque quizás, es cierto,

Somos todos hermanos, Jesús.




V

La idea de la estrella me sigue arremolinando el caos cojo en mi sien macabra

Y el fuego del volcán más alto de Chile me encumbra hacia un cielo curado

en donde me siento a pastar con parsimonia, en rumiante mordida.



Con los labios laxos masco un poema para los niños que sobran

con su hambre de todas las épocas.

Vanguardias famélicas y desadaptadas, Chiitas y sunitas

como si fuera ayer y hoy día el mismo tiempo,

cuentan los pasos descendentes en una cadena involutiva, infausta, inevitable.

Desagraviando a los demonios hundidos en el magma ético de los cavernarios,
mi trazo rupestre,
de trashumante culturalmente saturada como mandala,
tensa mi caligrafía analfabeta entre el ruido de mis tripas y la come-zón

de un saber implícito bramando en la ignorancia,


y

Con mi último delirio cortejo la misericordia de los chivatos

que comen rodajas de carne naranja en la intimidad de mi sobaco lampiño


Para no perderme en el camino vacio, y avizorar

algún océano matemático que sofoque la falsísima bondad de los abandonados
poseída y con la franqueza depredada

por la incorregible represión de ser víctima autocensurada,

olvido la diatriba aventurera,
valiente,

que anunciaba el resplandor avasallador de una blanca y enorme bola de nieve...

me pongo a clamar, timorata, precavida del ridículo que es querer sentirme libre:


“Estrella venusina, puntual, a la ultima hora del día, la primera,
guárdame con sigilo los fuegos del volcán más alto de Chile
y te entregaré la premura de las mujeres

que no existen más que en su endémica impostura”

...Pero yo soy la estrella y no puedo escucharme. Yo soy la estrella.

La poeta chilena que dispara...

Es la tragedia de Dios, supuse (Y me acordé de que mi Judas ya estaba muerto.

Yo misma le había disparado)





VI



La poeta psicópata, la mujer de la locura amarga y reconciliada con el odio,

se dispara en defensa propia, suicidando el gen malvado

para que el universo vuelva a ser lo que era hace 15 millones de siglos.



¿Porque los gatos ya no respetan agosto y gimotean frenéticos y terribles como un crio molesto con la vida, se muerden y rasguñan con la osadía de un huérfano,

se matan en duelos genocidas con la condescendencia de un monarca, sin dejar de hacer el amor, y teniendo orgasmos exultantes sobre los tejados todo el tiempo?


((88 Me pregunta una voz de niña mientras me abraza el dulce calor del infierno. Por fin ardo. Volcánica 88))

Los animales se acoplan sin celo, y no existe agosto, porque se vive sin tiempo

porque AHORA existe el amor existe, justo en el final, justo en el comienzo.

El amor es un agujero


La poeta chilena ha disparado.