lunes, 22 de octubre de 2012

El Viejo





En Chile toda figura de mando es “El Viejo” por antonomasia. El político, el profesor, el verdulero de la esquina, el facho, el pelador, el cura, el vecino. Todos son viejos. El viejo chileno es ese que quiere eternizar su momento de gloria. Es ese ser canalla que adapta el pasado al presente, porque el presente le parece un futuro ininteligible de cabros de mierda que jamás serán como él cuando era joven. El viejo chileno es ese que cree en la jerarquía de los tiempos, el que cree en la preeminencia de las canas, la barriga y la pelada. El que cree en la tradición y el monumento, en el monólogo y el prejuicio. El viejo chileno detesta el diálogo entre generaciones, porque no cree más que en su generación.

Y no me culpen por irme en contra de los viejos ¿Cómo vamos a creer en esos muchachos del siglo veinte y viejos del siglo XXI? ¿Cómo vamos a quererlos o ayudarlos, cómo, si los viejos de hoy son los asesinos de ayer? Esos que nos negaron el mundo nuevo, esos que se renovaron sólo para seguir siendo viejos, los artífices y los cómplices, esos que hoy nos apuntan con el dedo y envidian nuestra juventud. 

Los viejos, esos viejos de mierda, vinagres, culiaos, como diría Redolés, que no creen en nada nuevo, y nos mantienen viviendo en sus añejas y putrefactas máximas. Todos estos viejos, que plagan el Congreso, las parroquias, los colegios, las gerencias, los tribunales, La Moneda , no son precisamente el abuelito de Heidi. Los viejos visibles, esos que son la reserva moralmente aceptable en este, su sistema, son los que mataron al hermano ejemplar que no pudo mostrarnos en vida su sabiduría. 

Lo peor es que el “viejo” es todo un clásico. Está el viejo mediático del sábado, el viejo rojo que se ofrece en navidad como ramera, el que se postula en cada elección durante estos últimos 40 años, el viejo verde que como un vampiro sodomiza a la carne joven, el viejo “histórico” que se le aplaude en cada acto, etc.
Es lamentable, pero ese es el ser viejo que aparece y se difunde.

El otro viejo, el viejo que es tan invisible como yo, el montepiado que tiene una hija madre soltera, una enfermedad catastrófica sin plan Auge, una fosa común esperando por él, está calladito tomando tecito en su casa, mascando ásperas las hojas de la vida. Maldiciendo y conformándose, alternadamente. Ese es el viejo que aparecerá sólo en algún comercial del INP, o del Hogar de Cristo, ese viejito que como chiste muestra que no le queda ni un solo diente, ese que vive en Cachillullo y puede hablar por teléfono con un lejano hijo emprendedor, o el que sale en el noticiario porque fue comido por los perros o porque para no morirse de hambre se comía los pañales con caca.

Convengamos en una cosa. En Chile desde el primer aliento, desde el alarido vital, si se es pobre, se sigue pobre. Si no hay herencia, apellido, pituto, compadrazgo, ni un talento que raye en la genialidad, seguirás siendo invisible. Se nace y se muere en la casta respectiva, a pesar de los anodinos esfuerzos de los chilenos meritócratas ¿Cómo puede ser que en un país tan pequeño como Chile y con tantas utilidades gracias a los negocios que este país es capaz de hacer, no cuente con seguridad social que contenga a todos los ciudadanos cuando estos envejecen? Eso se contesta con la misma máxima impuesta por los viejos, la plusvalía.

El gran negocio de la vejez. Los geriatras crecen día a día - y el bono es casi un 40% más caro que el de un medico general. Las AFP especulan con soltura en la bolsa de valores. Como será de rentable que los chilenos vivan casi un siglo - cantidad y no calidad por cierto - que no se discute siquiera el tema de la eutanasia en el Congreso. Uno pudiera pensar que es porque los cancerberos son viejos, y tienen miedo que algún sobrino o hijo un tanto más lozano, decida acabar con el conspicuo cuando este sufra su destino de mala hierba.

Ser viejo en Chile representa el recuerdo de una triste historia, una historia de fracaso y acomodo. Una historia que se extiende balbuceante, desgreñada, descompuesta, añeja, nauseabunda, con rostros conocidos, de viejos que se olvidaron del sueño, y que nacieron viejos para podrirlo todo. Los que siguen apareciéndose como zombis, esos que se encargan de mantener su estatus de héroes y castigar al joven Lizama o al pingüino revoltoso que quiere aprender ahora y no en la universidad la historia de nuestro país. 

Aquí el viejo es el dictador, el asesino, el ladrón que se va en el sueño, que muere de viejo mientras lo rodean sus parientes y lo atienden médicos y enfermeras. Aquí, ese es el viejo. El impune, el homenajeado con la bandera sobre el féretro. En Chile el viejo siempre será el viejo. Porque las momias son viejas y porque ningún héroe sobrevive tras una revolución sin victoria, aunque haya Clotarios Blest y viejos underground, como Charlie Cortés, pero esos nunca han sido viejos.

Aquí encerrados en una cárcel sin rejas, sueño dejar un cuerpo joven. Postulo el suicidio como principio libertador. No creo en los viejos.

Montajes: El “veraneando en Zapallar” de Hinzpeter



Lejos una de las obras más patéticas que tengo en la memoria es “Veraneando en Zapallar”. Se trata de una familia “tuvo” que empobrecida decide encerrarse en la casa durante todo el verano para hacerle creer a todo el mundo que están pasándola de lujo.

El engaño que hacen los de la clase dominante cuando pierde poder siempre resulta ser el más vergonzoso. La “apariencia” responde a la pérdida total del respeto o el temor a esos escasos símbolos de status.

El gobierno elegido democráticamente por voto “popular” derivado de la estulticia multitudinaria de un pueblo desesperado con el acomodo vil concertacionista, se ha visto doblegado desde muy temprano por quienes jamás hemos creído en el status quo y todo aquellos que frente al ridículo psicokiller de Hinzpeter, simplemente han decidido generar una ofensiva discursiva que parte en la mesa, sigue en el taxi, se desparrama en las redes sociales, y obviamente para el alma joven y combativa, termina en el pechito con pechito en la calle, ahí donde las papas están quemando.

Por eso el patético gobierno ha debido convencer al alma debilitada por la frustración y el hambre, esa que por primera vez escuchaba a Silvio llorando la caída del Halcón de Chicureo, esa que se pudre frente al televisor, esa fascista y pobre, ignorante de tanto ignorarla, de que su autoridad es buena y necesaria para repeler el avance del adolescente vándalo. 

No es muy difícil el público elegido por el gobierno. La dictadura de la vieja juliá es similar a la de Hinzpeter, donde el prejuicio, la manipulación y el patetismo priman con tal de continuar con el control.

La vergüenza de la familia cuica que pierde todo aquello que los sujetaba como sujetos, los lleva a encerrarse en una mentira en “Veraneando en Zapallar”, lo mismo que está haciendo el gobierno de Hinzpeter, porque paremos el webeo, es ese enfermo quien lleva las riendas  del más mediocre de los periodos, justamente por su limítrofe entendimiento de la administración pública.

Tres micros quemadas al mismo tiempo en distintos puntos de la ciudad, estando completamente desocupadas y que el responsable sea un mapuche de 14 años, nos habla de lo burdo y de lo lejos que puede llegarse.

Es entendible que la CNI pudiera montar el frikisimo vidente de Villa Alemana, donde Miguel Ángel, un travesti años más tarde que murió de cirrosis, tenía a la misma vieja juliá y al facho pobre embobado con la gracia divina. Pero se supone que los tiempos han cambiado… ¿O es muy tonto lo que estoy diciendo? Claro que sí, porque continúan los mecanismos, para que tú vieja juliá tires botellas, bolsas de basura, incluso piedras desde tu departamentito, a los jóvenes radicalmente dignos, para ayudar al paco gana pan y a ese gobierno que te convence con débiles argumentos pensados detenidamente para atender a tu debilitada mente.

La película de Krammer deja en evidencia el espíritu simulador del Primer Ministro judío, su control sobre Piñera (quizás cuantas llallitas debe de saberle) y esa impronta de botnet inhumana aprendida de seguro en el servicio militar realizado en Israel. Se han desbordado las salas en donde el hazmerreír no es ni Zalaquet ni Rafa Araneda, es él, el poder perdido encarnado en la farsa desesperada.

O sea todo el populacho ya entendió de qué se trata: un engaño en donde el gobierno monta un espectáculo de negación de su estrepitoso fracaso, que se coloca en evidencia por su patetismo y en las pantallas de cine gracias a este comediante, que perdonenmé, con esto ha hecho más que la Camila y el Giorgio juntos que quizás por donde se andan paseado mientras los cabros siguen siendo reprimidos.

Hasta los teckies, muchos de estos escépticos frente a expresiones políticas como la protesta, pero habilidosos en el arte del trolleo, se han dado cuenta del carerrajismo de Hinzpeter a la hora de solapar su derrota y encerrarse como esa familia que no le alcanza para veranear en Zapallar, entre las cuatro paredes de La Moneda para esconder la vergüenza del escaso 36% de aprobación.

El blog Desayunando con Leo Freak publicó 76 cuentas de Twitter (que podrían ser muchísimas más) creadas en fechas acotadas de tiempo, que solo twittean alabanzas  al patético gobierno. Estas cuentas hablan entre sí y además hacen retweet de la cuenta @tronwell, un instituto de inglés.  La prueba de que son falsas radica en que  la agencia de marketing que lleva la cuenta de Tronwell en Twitter es IntelligenX, la empresa que realizó iniciativas como el “censo Twitter” y el famoso monitoreo de conversaciones en redes sociales encomendado por el Ministerio del Interior.

Está clarísimo. Nadie, ni el idiota más neonazisonista podría tener una cuenta llamada @iLoveHinzpeter que durante las 24 horas del día viste un babero para chuparle las gónadas en el no-lugar. Lo más triste, para Hinzpeter es que sus empleados hacen la pega tan a la Chilean Way, que matan dos pájaros de un tiro y le entrega algunos twitteos a otro cliente: el Instituto Tronwell, lo que los delata y da la clave para cachar que es un vil montaje.

 A todo esto y como último dato de este “Veraneando en Zapallar” de Hinzpeter, el gerente  de IntelligenX, se llama Claudio Juliá. Como dice Salfate, el profeta de los montajes y conspiraciones de los últimos tiempos, “Todo calza pollo”.

O sea, el único que cree el asunto de los montajes es la abuela del gerente de la agencia que contrató el gobierno, la vieja juliá, y uno que otro facho pobre.
 ¡Nadie te quiere Hinzpeter! Asúmelo o simplemente tómate todos los ravotril que tienes en el velador y termina con el escándalo. Eres realmente ¡Patético!

Temporada de bicicletas y piernas largas




Nos queda claro que nadie en el mundo puede celebrar un 11 de septiembre (bueno, en rigor los Colombianos sí lo hicieron), pero es un día maldito que gracias al endieciochamiento se  nos olvida en un apagón de tele auspiciado por la gloriosa patria. Pero septiembre es más que ese mes en donde el nacionalismo –que curao no vale- se hace presente.

Es un mes donde comienza a nacer la flor, a brillar más el sol. Comienza la esperanza de esa semilla que en abril dará sus gloriosos frutos. Vamos por el tiempo robado, a devolverlo a su primavera, a esa que le pertenece un todo cosmológico. De donde nace la era.

Sí, suena lindo, y como escupimos en la cara a la belleza sin siquiera sentarla sobre las piernas, no nos damos cuenta. Miren cabros no solo para los lados buscando a otros. Diren en 360° y entiéndanse un ser en el mundo.

La cordillera es un sentimiento vertical. La chilenidad tiene una posición de columna sin cuerpo, en donde la perspectiva del todo se aprisiona y es como dormir en el larguero de la cama. Y con frío. La cordillera es hermosa, pero es una montaña a la cual no accedimos.  ¿Comprenden? Estamos incómodos por lo mismo. La primavera, justamente con el endiociochamiento, contribuye a soltarnos, pero en sentido de permiso, pero no de liberación.

No somos capaces de sacar la jaula.

Algunos si lo comprenden. Quienes han perdido el miedo al ridículo y se han posicionado en igualdad a los otros, o sea con un ser asumido en el mundo y siendo mismo todo el tiempo, con posibilidad de equivocarse, tienen permanentes problemas. Son florescientes, pero no logran su maduración y su fruto. Ellos (nosotros) tenemos una oportunidad, nos entuciasmamos, pero el aguafiestismo siempre gana con su impronta invernal.

Allende o Violeta, tienen esa condición de entes vivos que nacen, florecen y dan frutos antes de morir, pero no mueren naturalmente. No me refiero al autoexterminio, sino la negación de quienes se sienten otros a su primavera. Lo incrustan en un marmoleo vegetalismo de rama vertical que en su estancamiento muere buscando agua.

No es que la gente sea mala en Chile, pero es aturdida. Le gusta el sufrimiento y lo feo. Se enternece, le gusta, le sirve. Ese drama poblacional victima de todo menos de sí mismo, porque ni él mismo lo conoce.
Conectarse con la visión del horizonte es crucial. El paisaje, es cierto, manda más que el lenguaje. Pero simplemente viajemos! Hagamos primavera en una temporada de bicicletas y piernas largas. Nada está perdido cuando logra encontrarse.

A veces hay que retroceder y más que eso moverse, circular, empoderarse y descender a la tierra y mirarla como el planeta que es, y desde ahí entender la maravilla.

Súper terrible lo del paco que da la sensación de que ya somos gringos y lo hemos logrado. Que estamos de verdad cagados y nos vamos a fulminar en cualquier momento, gracias a dios, porque no seríamos capaces de hacerlo por nosotros mismos, porque ese mismo ha sido trucado por un weón feo y cobarde llamado miedo.

Más allá de la tragedia de la pasta base metida con su qué en las poblaciones por sapos de la Dictadura, de la sociedad estratificada demoniaca y absurda que tenemos, de la verticalidad de la cordillera y de dormir en el larguero ideológico, incómodos por hacernos el leso con la verdad, hay un mundo afuera.

La oficina mata más que el cigarro, estoy segura. Vive, no como ¡Viven!, ese documental de zombies andinos, como todo zombie antropófagos. Vive como quien dice autocanibalizándote. Aprovechándote de tu primavera y vive comiendo de tus propios frutos (y por favor! No se malentienda! No me refiero a un sueldo y a eso de “yo me gano los porotos”, sino a algo intrínseco. Gracias por considerar la aclaración). Fin.


Chile se vende



Tal cual, ni mucho más ni mucho menos. El Ministro Pablo Longueira, que confesara ser visitado por  Jaime Guzmán, el eunuco paridor del gremialismo y males tan agudos como las Constitución chilena, en una entrevista sobre el litio realizada por jóvenes estudiantes de la Cátedra Economía II, de Administración Pública de la Universidad de Valparaíso, soltó una frase de de alto calibre: “No estamos entregando un contrato para que se explote “ese” yacimiento; estamos vendiendo Chile”.

El controvertido Ministro de Economía Pablo Longueira, conocido por impulsar la Ley de Pesca, o “Ley Longueira”,  que según los pescadores artesanales y los expertos, continúa privatizando el mar en una evidente concentración de estos recursos dado a que siete familias tienen el derecho de explotación, o por la intromisión en el  fallo contra la construcción de la termoeléctrica Castilla, al declarar a los medios que  se “arriesga el modelo de desarrollo en Chile”, ahora comienza a dar que hablar en el tema minero.

El Contrato Especial de Operación de Litio (Ceol) respondió a la oferta de $19.301 millones (US$40,8 millones) por parte de SQM perteneciente al ex yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou, y donde el hermano del actual ministro de Minería, Patricio de Solminihac, trabaja como vicepresidente ejecutivo, fue razón suficiente para asignarle el derecho del recurso por 20 años con una extracción promedio de 100 mil toneladas de litio metálico.

Lamentablemente para todos ellos, no se pudo cobrar la herencia del tata malo. Por más empeño que le puso Longueira y el Subsecretario, Pablo Wagner, recientemente renunciado por esta licitación fallida,  todos sus deseos de que se vendiera Chile a los amigos para que todo quedara en familia, no fue posible. ¿La razón? Muy fácil.

Durante la dictadura a esta empresa privada pero con claros lazos con el poder del tirano, se le concedieron varios permisos de manera irregular, entre ellos de usos de agua de la Dirección General de Aguas, organismo público dependiente del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que asigna los derechos de aprovechamiento de aguas superficiales y subterráneas, consagrado en la Constitución de 1980, donde se expresa que no puede intervenir sobre el uso que el privado haga de un derecho de aprovechamiento de agua ya asignado.

Por otra parte se le concedieron derechos de explotación en la Pampa del Tamarugal que también estaban fuera de la norma. Estas dos situaciones fueron motivo de demanda. El mismo Estado una vez acabada la dictadura comenzó un litigio que curiosamente solo ahora, que este sector está en el poder, y gracias a los coreano-japoneses de  Posco Consortium —integrado por las empresas Posco, Mitsui, Daewoo International y Minera Li Energy Spa- sale a la luz pública.

Es impresionante que habiendo un departamento jurídico en cada Ministerio se les haya pasado colado este conflicto. Las bases que las mismas autoridades hicieron “a la medida” de Soquimich, fueron vulneradas en una negligencia que causó la salida de del alto funcionario.

Es de pensar que el modus operandi de la derecha chilena ha sido siempre tan espurio y ha estado siempre por sobre la norma, incluso de la mínima decencia, que no les importó y pensando que como antes, no importaría demasiado.

Como decía el Inspector J. Lee, Policía de Nova en la novela de Williams Burroughs “Han vendido el suelo bajo los pies de los que nunca nacerán. Traidores de todas las almas en todas partes. ¿Necesitan el nombre de Hassan i Sabbah para sus inmundos negociados? ¿Para vender a los no nacidos?”.

 Porque es eso lo que uno se pregunta, como si estuviera en el final de los tiempos donde los pueblos de la Tierra solo esperan el éxodo final hacia otro planeta.

Chile está vendido, no hay mucho más que decir al respecto. Si no son los foráneos los que nos arrebatan las riquezas por incapacidad del Estado, es el latifundista quien se hace amo y señor con muy pocos escrúpulos, lo que es una pena en términos humanos como ciudadanos de Chile, y aún más en términos medio ambientales.


Digregaciones ciudadanas



En un Facebook de la República

Luego de que la Ciudadana 1 posteara: CANTAMOS AHHH NO META LA MANO!! AHHHH NO META LA MANO, HIT DE LA RANCIA EPOCA EN QUE CANITROT LA CANTABA LLEGANDO DEL CARRETE CNI A LA OFICINA. PIENSO QUE EL TRANSANTIAGO ES EL TRANSPORTE PUBLICO Y GRATUITO LEGADO POR LA CONCERTA. ALGO BUENO QUE HAYAN HECHO. "GRACIAS MICHELLE",  Se dio lugar el siguiente debate:

Ciudadano 2: Gratuito? p'tas y yo que lo pago a diario. ¿Hasta cuando eso de hacerse el vivo? :\ ...acaso eso nos hace mejores ciudadanos?!

Ciudadano 3: VIVA LA EVASIÓN!!! ¿Quién quiere ser ciudadano? ¿Perdón? pero ¿Qué crestas es eso? ¿Ser pavo y dejar que te roben?

Cuidadano 2: ¿Se entiende que somos parte de una comunidad política y social? ¿Se entiende que aspiramos al "buen vivir", ahora al no pagar la micro en que ayudamos a ello?

Ciudadana 1: Si. Ayudamos a la dignidad absolutamente olvidada de todo un pueblo engañado conceptualmente, como usted lo está. ¿Se entiende, me pregunto, que ser ciudadano no es ser un usuario final? ¿Se entiende que el pobre obrero lo es porque soporta la carga del yugo sobre su pescuezo? Yo a veces no entiendo los buenos modales, el "buen vivir" como usted le dice. A mí me parece de pésimo gusto, una forma de miseria e insolencia con uno mismo. Con el "ciudadano", el ser habitante de la urbe, viajero, pensante, comunicador, político. El que decide.

Ciudadano 2: Mmmhhh... Por el buen vivir entiendo vivir en armonía con uno mismo, con la naturaleza y con los demás, un concepto muy arraigado en mi cultura y personalmente no encuentro sea esto una basura. Para mí el ciudadano debería ser un usuario responsable de lo que elige consumir y de lo que se priva también, en ese caso, ok, no ocupemos el transantiago, pero ¿Justificar el fraude como acto de mala fe para la reivindicación de los derechos de un pueblo? no pienso que eso dé buenos frutos y me tinca que se puede llegar a ser un poco más creativo

Ciudadana 1: Esta bien. Soy medio atarantada y trabajo con lo que hay. Se han aprovechado hasta el cansancio de la buena fe, de los ideales y la decencia. CREO EN EL ROBO HORMIGA, CREO EN EL ROBO A LOS CAJEROS AUTOMÁTICOS, CREO EN SACAR LA VUELTA LEYENDO FILOSOFÍA, CREO EN LA BICICLETA Y CAPEAR METRO CORRIENDO POR LAS CALLES, CON LA IMPUNIDAD DE TOPARSE CON MELNICK Y GRITARLE QUE ESTÁ PENSANDO MAL, QUE ESTÁ VIVIENDO Y COMIENDO MAL. CREO Y CADA VEZ MÁS EN EL MOMENTO. EN LA RAPIÑA A MANSALVA, EN EL VUELO TRIUNFADOR DEL FLAITE POR EL PASEO AHUMADA!

Ciudadano 2: Entiendo tu rabia, pero para mí si hay que dar un golpe tiene que ser bien dado, te aseguro que ese tipo de acciones son marginales para las empresas y que además son pan de cada día, al imaginar un escenario en que todos apoyásemos el flaiteo sólo veo un sufrimiento extremo los primeros días y luego un nuevo orden para convivir... eso cuando ya no nos quede nada más que usurpar, mejor redistribuir de una forma menos violenta.

Cuidadana 4: Permiso. Pero desobediencia de la que una habla es un acto tremendamente cívico, y se llama desobediencia civil:-)

Ciudadano 1: Lo importante es la ruptura del concepto robo. La "apropiación" el "empoderamiento", no es daladi. Por eso el comercial AHHH! NO META LA MANO. Porque hacen creer que el ciudadano le está robando al que otro ciudadano que paga, cuando el que le está robando al ciudadano que paga es el Estado, ya que el que no paga solamente está haciendo uso de su derecho ciudadano. NO ES UN DEBER SER USUARIO. Pero si es un derecho transportarte seguro y cómodo a tu mierda de trabajo o a tu mierda de escuela obligada para poder sobrevivir en una sociedad. ¿No le parece indecente cobrar y mucho por semejante esclavitud? lo que pasa es que nos están reventando, porque este país no tiene decencia. Porque en este país todos son unos desvergonzados. Desde allende suicidándose sin hacerse cargo de una resistencia que nos hiciera fuertes y no víctimas de los canallas, hasta una farándula que configura toda una polvareda densa que confunde conceptos: raja-moreira, teta-lagosweber, libia-robertocarlos, deudas-ciudadanos, redistribución-karadima… y así sucesivamente. 

Ciudadano 5: Claro! Y estamos enseñados a creer que cuando grandes compañías se quedan con recursos naturales no puede ser llamado robo. El uso de la palabra termina declarando el concepto. En mi opinión, es un país muy "bien enseñado" donde el cuestionamiento a la autoridad sólo se ejerce cuando hay quórum, y cuando la autoridad lo permite. A fin de cuentas somos nosotros los que alimentamos a los que nos roban.

Ciudadano 6: "Transporte gratuito"?? Qué legado socialdemocrata!! Yo y el resto pagamos obligados todos los días....si la evasión es muy mínima, el comercial es para legitimar el alza en los precios, na que ver po....una versión narrativa del mensaje podría ser un "los ciudadanos pagan su pasaje cueste lo que cueste"!

Ciudadano 7: lo q hay q aser es too comprar vicy y salir por las calles, así nadie paga.

Ciudadana 1: Si!! Y ojo, lo de Michelle, es una ironía pues!!!