viernes, 27 de febrero de 2009

Porqué para mí no es tema

Foto de Nea Spears y Karen Madonna (ninguna de las dos somos lelas, de eso se trata la columna, LEA NEA, aunque no le guste)

(Columna realizada a petición de El Ciudadano)

Me han encomendado hablar para este número especial “lesbianas” y mi conflicto es que para mí esto jamás ha sido un tema. No creo, primero que nada, en la tolerancia, pues es una suerte de aceptación a la fuerza. Para mí el alma humana no posee género y los gustos van variando por diversos factores. Sinceramente no sería capaz de comer todos los días pastel de choclo por mucho que me guste (no haré referencias a la coronta por que no es sutil ni elegante) la aceituna y el trutrito que se esconde dentro de sus cavidades. Pero la tentación a opinar me atrapa. Así que intentaré contarles lo siguiente.
La primera acepción de la palabra Lesbiana es “la que sabe felar”. Cambió el término hacia el significado a mujeres atraídas por su mismo sexo a la llegada de los cristianos que vincularon a la formidable poeta Safo con su lugar de origen, Lesbos.
Mi primer poema fue publicado por la revista Safo(a la edad de 9 años), y la verdad es que muchas veces mis técnicas sexuales apuntan al verbo griego lesbiázein, pues como ya todos saben, para llegar al orgasmo femenino no se necesita de penetración.

Acercarme a las mujeres fue bastante natural. Luego de una fiesta en donde todos y todas nos quedamos en casa de una compañera, yo preferí compartir pieza con mi amiga alemana. Tenía la quijada ancha, los ojos verdes, sus caderas iguales a su espíritu, revoltoso y siempre firme.

Lo más cómico es que esta experiencia la relaté en mi diario de vida, sin hacer referencia explícita a los acontecimientos, por lo cual mi lectora incondicional, mi madre, que acostumbraba enterarse por esa vía de lo que pasaba en mi agitada vida adolescente, me interpeló, en un trágico monólogo, a que por favor no probara nunca más la marihuana. Curiosa interpretación. Quizás por lo alucinantemente dulce del tránsito.

Pero nunca ha pasado mucho la verdad. Podríamos decir que soy “simpatizante” o miembra honoraria. No obstante cuando la pelea entre los sexos se ha degenerado al punto de no tener más argumentos a los que echar mano, surge de mis chicos la palabra “eunuca”.

Es chistoso, pero es así. “tortillera”, “eunuca”, “macho tres cocos”, como me decía mi abuelita, son los epítetos para calificar a mujeres que no les gusta el falo, que “la lleva” según Freud y que “a todos gusta” porque es el objeto del deseo por antonomasia, llevando así al investigador a categorizar el orgasmo clitorídeo, como infantil. Cosas que suceden en la ciencia, supongo.

“Sobre gustos no hay nada escrito” Uno de los dichos más tristes por su falta de veracidad en sociedades heteronormativas, falototémicas, familistas y centradas siempre en las herencias de la civilización judeo-cristiana, que acabó brutalmente con las magnificas diosas y las intelectuales más importantes de la humanidad como Hipatya.

Raya para la suma. Me gustaría que “las lesbianas” no formaran parte de una subcategoria, de seres frikis, distintos, o locos por no aceptar como Dios a ese símbolo que ha preñado todas las cosas y palabras. Deberíamos hacer carne el dicho popular “sobre gustos no hay nada escrito”.

Las poetas, artistas, científicas, madres o no madres, no tienen como único “brillo” su tendencia sexual. Repito, para mí es una forma de ver la vida, como hay miles, que no puede estar subordinada a códigos incluso homosexuales. Ya me lo contaba una amiga que le gustan otras amigas: “en las convenciones gay nosotras somos las que servimos el café”. No señor Director. En eso no me pidan tolerancia. Yo voy por la igualdad de las diferencias y aunque no tengan nada que ver los pingüinos, admiro a los de verdad, por su sistema de crianza, y los alegóricos, por sus voceros removibles y sus búsquedas existenciales cada vez más audaces y paganas, en donde no hay jerarquías y el único imperativo categórico es dejar fluir la energía que todo lo mueve, el amor. (cosa que tanto le cuesta a los machos cabrones)

FUNA CON SABOR A DESPECHO


por Lupita D´Alessio


Ese hombre que tu ves ahi que parece tan galante
tan atento y arrogante lo conozco como a mi Ese
hombre que tu ves ahi que aparenta ser divino tan
afable y efusivo solo sabe hacer sufrir

Es un gran necio, un estúpido,
engreído, egoísta y caprichoso un
payaso vanidoso inconciente y presumindo, falso
enano rencoroso que no tiene corazón
, lleno
de celos sin razones ni motivos como el viento
impetuoso pocas veces cariñoso inseguro de
si mismo soportable como amigo insufrible como
amor

Ese hombre que tu ves ahi que parace tan amable
dadivoso y agradable lo conozco como a mi Ese
hombre que tu ves ahi que parece tan seguro de
pisar bien por el mundo solo sabe hacer sufrir

Es un gran necio, un estúpido,
engreído, egoísta, caprichoso, un
payaso vanidoso, inconciente y presumindo, falso
enano rencoroso que no tiene corazón, lleno
de celos sin razones ni motivos como el viento
impetuoso pocas veces cariñoso inseguro de
si mismo soportable como amigo insufrible como
amor

martes, 24 de febrero de 2009

Non, Je ne regrette rien





Edith Piaf (1915-1963)

Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
Ni le bien qu'on m'a fait, ni le mal
Tout ça m'est bien égal
Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
C'est payé, balayé, oublié
Je me fous du passé

Avec mes souvenirs
J'ai allumé le feu
Mes chagrins, mes plaisirs
Je n'ai plus besoin d'eux
Balayés mes amours
Avec leurs trémolos
Balayés pour toujours
Je repars à zéro

Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
Ni le bien qu'on m'a fait, ni le mal
Tout ça m'est bien égal
Non, rien de rien
Non, je ne regrette rien
Car ma vie
Car mes joies
Aujourd'hui
Ça commence avec toi...


No, nada de nada

No, no me arrepiento de nada
Ni el bien que me han hecho, ni el mal
Todo eso a mi me da igual
No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Está pagado, barrido, olvidado
me da lo mismo el pasado

Con mis recuerdos
Yo prendí el fuego
Mis tristezas, mis placeres
Ya no tengo necesidad de ellos
Barridos mis amores
con sus trémolos
barridos para siempre
Vuevo a partir de cero

No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Ni el bien que me han hecho, ni el mal
Todo eso me da igual
No, nada de nada
No, no me arrepiento de nada
Pues mi vida
mis alegrías
hoy
comienzan contigo...

lunes, 23 de febrero de 2009

Muéreme o ámame

I

El amor me llega como a la mujer que soy
como al animal humano doliente y guerrero

le pasa a miles de seres poseídos por las esféricas formas
Poblados

Los movimientos redondos de la muerte y de la vida me sostienen en un baile parrillero
como una presa empalada sobre un fogón hecho con espinos

En el conejeo encantado
adentrándome en las madrigueras en temporada de caza
dejo que el cazador me alcance con perdigones que vuelvan mi carne incomible y algunas veces
con la herida encaramada en alguna región cóncava
me deja huir gracias a mi rápida carrera hacia la ternura
Antídoto de cualquier disparo

Como una hormiga orillando la sombra del agua
espero no caer en el ahogo y simplemente sigo la trayectoria líquida con cuidadosa y señera desconfianza
con desatinada certeza de un destino

pero cuidándome

II

Destilando mi sangre en un fermento escatológico lavándome con sal
los dientes
soy una trabajadora incesante en mi búsqueda y luego una perezosa recalcitrante que se pierde en su perdida

el amor me llega siempre antes
y cuando es perfecta la juntura

ya estoy yo conmocionada
urgente
sobrevolando la crisis

entumecida por el viento sur y desolada por el sonido que hacen los
árboles

y es entonces despues del sincerismo
de la fuga de gas
del extremo deporte de convidar a la muerte a morirme
que me cuido

agarrandome firme de su flanco amante para pedirle que me quiera
un ratito
como humana que soy
como mujercita que soy
como un ser poseído por las esféricas formas que soy
Poblada


Empero en la tira cómica los dedos uno a uno se sueltan y caigo
sin reírme ni un sorbo
sin beberme ni un rabo la pena /aunque si
y toda
y me ahogo habiendo intentado sostenerme en la sombra del agua
en el tierno deambular de las hormigas serfistas
bolivianas

III

Compungida esperando que el momento
ese de la muerte sea breve
me asombro de sus años y los venideros
de aventuras silenciosas sancochadas en la pálida mirada de los sin ojos

y mis labios lívidos y jadeantes se vuelven un pedazo de nuez rancia aún en su corteza
podrida inciliada no nacida

¡¡muéreme o ámame¡¡

qué tortura es el páramo del alba

IV


Consiguiendo las posibles cartas del futuro me contento con el colgado

me contento SIN CONTENTARME con ver que la muerte aún se ríe sosteniendo al amor por el pescuezo
abrigándolo con cerveza caliente
obligándolo a vomitar por la nariz
palmoteandole el culito
diciéndole que está rico
que se mueve rico
que es rico

nada más

la eutanasia jamás nunca




viernes, 20 de febrero de 2009

FACEBOOK

Estimadísima Karen:

Como lector de distintos diarios virtuales me he estado topando con algunos artículos tuyos en El Clarín y hoy día te leí en El Mostrador (Patudismo...). De lo que te he leído, algunas cosas muy notables, este me ha parecido el más débil de tus artículos. Debo aclarar algunas cosas: a pesar de que trataré de ser objetivo sé que es imposible, nuestras categorías a priori, esquemas mentales heredados, subyacentes y condicionantes, eliminan la posibilidad de acceso neutro y puro a la realidad. La Física cuántica ya lo expresó con validez empírica: no existe el observador neutro; el observador construye la realidad, es decir, el Mapa de la Realidad. Y vivimos en el mapa, no en la realidad. Otras dos cosas: 1.- Conocí la Cuba de Fidel hace unos cinco años atrás y conviví con cubanos comunes y corrientes de poblados interiores y de la misma Habana durante unos meses. No fue un viaje burgués, pues ni siquiera soy un petite burgués, no me dan las finanzas, fue por otras circunstancias ahora largas de explicar; y 2.-Te encuentro fantástica: inteligente, apasionada, poeta y además bellísima...Respecto de 1: creo que tu visión de Cuba obedece más a datos de tu voluntad e inclinaciones intelectuales que a una vivencia in situ de lo que es la vida de los cubanos. Lo que yo viví fue una decepción mayúscula de la revolución. La mayoría de los jóvenes sueña con salir de la isla, pues están hartos de la cultura dirigida por el Estado a través de unos pobres y mediocres medios de comunicación (TV cuba y otro canal idéntico, y Granma, para los turistas más que nada, al interior no llega, y Juventud Rebelde, cuyos usos son fundamentalmente en los baños pues el confort, que tú y yo usamos, es un artículo de lujo extremo). Los hospitales, las farmacias y los policlínicos son paupérrimos, salvo los hospitales para extranjeros que son de primer nivel...etc, etc. Nuestrro Trotsky está prohibido, la filosofía occidental está prohibida por ser filosofía burguesa...hay cientos de prohibiciones que van desde conversaciones prohibidas hasta la mayoría de la cultura que está prohibida para la gente común. Fidel le teme al pueblo, seguramente también lo ama y se comporta como ese amante celoso que por amor controla neuróticamnete los pasos de su amada. Cuba, en un 75% no es modelo de sociedad revolucionaria y desalienada. Tu diagnóstico de Chile lo comparto: el neoliberalismo ha colonizado y contaminado salud, educación y todas las manifestaciones de la cultura haciendo de Chille una sociedad hipócrita y decadente, modelo de la descomposición que los sistemas económicos pueden producir en una formación social. Pero no creo que la disyuntiva sea o modelo chileno o modelo cubano, si es así estamos muy cagados y sólo nos quedaría orar por el advenimiento de las profecías mayas. Lamentablemente las revoluciones se hacen conservadoras después de unos pocos años. Fidel lleva 50, o 49 con un año 50 de bonus track. La verdadera revolución implica un cambio de paradigma epistemológico, una percepción nueva de la vida basada en principios sistémicos que están más allá del marxismo clásico y el estatismo burocrático que reemplaza la voluntad de las mayorías por el mesianismo de una minoría supuestamente ilustrada (adoctrinada, en todo caso). Cuba y su modelo están en decadencia y en peligro terminal no por el boicot del imperio sino que por el descontento popular que se anida por todas partes y que el Estado se esmera en controlar. El modelo chileno con toda la segregación y pobreza espiritual inducida por los media tampoco puede ser modelo, es insustentable. Pero tenemos una ventaja sobre Cuba, acá podemos hacer públicas nuestars críticas y tenemos múltiples medios para expresar nuestro descontento sin temor al presidio o la cesantía (por lo general)...

P.D. Un día en Cuba pregunté si alguien por ahí fumaba marihuana, pues estaba verde, los cubanos se asustaron mucho, me pidieron que jamás hablara de eso, que las penas por consumir la "hierba del diablo" eran peores que por disentir con el sistema, que ahí nadie fumaba y me miraron como si fuera un enfermo.

Tu admirador.

Karen Hermosilla Tobar
Hoy a las 19:51
Precioso. Jamás abogué por el sistema cubano. simplemente digo que chile es la antítesis de este modelo y no por ello pasa a ser otra cosa, sino una dictadura, esta vez del capitalismo. Lee comprensivamente mis articulos por más livianos o "debiles" pues entrañan juegos de palabras que no son mera retorica o barroquismo del lenguaje, sino tb desviaciones de lo que son los discursos habituados a contraponer y defender uno u otro modelo. Intento que seamos menos hipócritas. te planteo que fidel por último es un hombre mito. un tipo del que se sabe demasiado, por lo tanto es fácil de manipular, tanto como para él es fácil manipular su construcción. es una automarioneta, lleva los hilos. por no gozar de las trampas del neoliberalismo, puede cercarse con reglas puestas por el mismo. esa aleación con si mismo nos da ciertas señas de que la elección no está en la sola variedad y el azar, sino en lo firme e inmanente que sea la necesidad, el fervor, el deseo. esto es politica y prefiriria no adoctrinarme en posturas dialécticas o basadas en una verdad justiciera que nada aporta a la realidad del poder.
por que es eso y nada más. está por sobre el bien que dice perseguir y el mal por el cual se intenta alcanzar.

Cuba a mi me servía para dar un determinado mensaje referente al cuestionamiendo al estado capitalista, tan mortal como el estado comunista, siempre enemigo de la "revolución permanente" de la que tanto me convenso, porque es ahí donde radica la clave de todas mis columnas, en la desacreditación de las plataformas que no sirven realmente para el desarrollo cabal de la especie humana. del deseo y la pulsión de vida, no de acumulación ni de historia; el pasado carente de pudor en su constante situación de descrédito. Es presente el que importa. la microdosis de poder nos domina a nosotros convirtiendonos en donadores de sangre por así decirlo, otorgando la responsabilidad a otro. quizas seria buena una plaga de hombres y mujeres mito. quizas sería bueno menos creencia en la perfección de un modelo.

Te insisto en que no caí en la defensa del regimen de fidel, pero si en determinar que el estado chileno capitalista, tampoco es la gloria y en eso seamos sinceros.

de todas formas "admirador" te sugiero que hagas el ejercicio de ficción política y pienses que pasaría si en cuba los bloqueos y embarcos hubiecen acabado hace un par de decadas, como ocurre más viciosamente en chile con el impacto de la contrarrevolución capitalista instaurada por pinochet. ¿cuba sería la misma? seria tan irresponsable y usurera con sus patrias? no lo sé. pero hay un espiritu y una voluntad, un sueño en esa pequeña isla, que es heroico y verdaderamente me motiva a ver esos sacrificios como pequeñas ofrendas, a diferencia de chile que peca de ganador y se queda solo con su ambición de vagabundo mutante, sino de un zombi, frenético por levantar una empresa desde ya fracasada.

saludos

miércoles, 18 de febrero de 2009

El patudismo chilencis (el colmo del ridículo y de la desverguenza)




Por Karen Hermosilla

Debo reconocer que soy un borrego. Que caí redondita en los sampleos de un horrible gingle, siempre obsesivo: "todos contra Fidel". Pero eso se acabó. Por decirlo de alguna forma y apelando al saber popular, el pico en el ojo que me metieron los "líderes" de opinión no hizo más que romperme el himen miope y sacarme las legañas purulentas de rompe y porrazo. Los bufones del poder que se encargan de desinflar la pelota con portadas robadas a incautos creativos populares y con un diseño de pésima factura, The Clinic, se encargó de instalar un criterio errado de lo que es el pensamiento libertario, dándole bombo a un par de raperos chorizos que se rieron, a dos páginas, del fiero totem comunista , "dictador de izquierda", que curiosamente no los mandó a tronar como haría cualquier espécimen de tal investidura.

Ya hemos visto como el señorito Gumucio ha hablado hasta la saciedad de la isla en el pasquín acróbata, y hace poquito en el Artes y Letras de El Mercurio, sus asociaciones libres lo llevaron a comparar apátridas judíos con balseros gusanos, unidos en su afán de crear una patria por medio de la literatura. Brillante. Yo nada más llegue hasta "la isla en un mar sin orillas" de Nietzsche, y a pensar que el lenguaje es un braceo constante sobre las tempestuosas aguas de la incomunicación. En fin.

En El Mostrador, el columnista Javier Campos ha tirado de a poquito, como maestro zen anfetaminado, el veneno anticastrista, utilizando a lo menos 5 columnas de opinión para refrendar el valor repúblicano y democrático que ensalza a nuestra nación en contra posición con la abominación antiética del barbudo octogenario.

Todos podemos opinar lo que nos plazca, aunque los argumentos que utilicemos en conflictos ajenos, lejanos y peludos, sean tan reduccionistas como cuantitativos, basados en la libertad del mercado, o en la jactanciosa bonanza del Chile post Pinochet; las grandes alamedas del niño símbolo del sueño americano, Patito Navia, como si creyéramos realmente en el milagro chileno, cegándonos a esa alarmante cifra de desempleo, de delincuencia, de mala educación, de farmacias y recetas medicando fuertes medicamentos con estrellas rojas y verdes, glamorosas gracias a Elvis y la Monroe.

En una isla que tiene salud, vivienda, trabajo y educación de primera línea garantizada, en donde su cultura es tan celebrada como su feria de La Habana, no se puede ser rebelde sin pedir otra cosa que objetos de consumo y membresias chabacanas, que los chilenos consiguieron por allá por los ochenta, gracias a "la cámara viajera" del judio regalón que llegó a cada pueblito del entonces requete tercermundista chilito, con blue jeans y su hit bailongo -las mismas chucherías que ofrece a esa gran comunidad latina hoy en Miami- y a la promesa del Papá Mono de un tele y una bici para tutti. Hoy es más complejo. Todo se consigue por medio de los créditos de consumo y el dinerillo plástico, ídem a las fichas de las pulperias.

Nos metieron en este entuerto. Nos metieron la cuchufleta capitalista y cuando ahora era cuando para avanzar en las libertades individuales, como aliciente y en coherencia al libertinaje y la usura mercanchifle, se hicieron las guaguas. En vez de aceptar que los nichos de consumo cultural crearon a un frankinstein social, en donde los valores son al gusto del cliente, pusieron no solo el dedo sino que toda la palma para tapar el gigantesco sol de la verdad. Los jóvenes están tempranamente sexualizados -ya hicieron su aporte los pederastas, estúpridos y poderosos- pero no por ello la anticoncepción es libre, la educación pertinente y el aborto una opción real dentro de la política de salud pública. El país es altamente consumidor de fármacos sujetos a prescripción, pero la mojigatería legal ha categorizado como droga dura a una planta natural más vieja que el hilo negro, sin reconocer que en el uso de marihuana, estamos de igual a igual y mano a mano, ya que los hijos de nuestras "autoridades" no solo consumen, sino que la trafican.

Fidel, con todo lo cabrón que ha sido ha llevado un proyecto de país fidedigno y popular, pobre, pero honrado, cosa que poco y nada se maneja en esta tierra donde todo se encubre con el manto de la farándula, y la prensa amarilla sigue construyendo, con o sin Cuadra, efectismos de cartón, convirtiendo a los aviadores de la Fach que rompen huelga en Lan y hacen doble turno para cuidar los bosques plásticos de Celco, en verdaderos mártires, en grito de lucha contra los bajos salarios, habiendo profesores, periodistas, jornaleros y un cuanto hay de profesionales sin estado ni privada en donde puedan trabajar dignamente. Una tierra en donde la televisión es un acontecimiento histórico que materializa la soberanía nacional, en donde Pepe Bernales es enaltecido con la categoría de beato y Pinochet tuvo una muerte plácida y bien asistida en un hospital hecho para él, siendo enterrado con los más altos homenajes quedando para siempre en la completa impunidad. Una tierra en donde las Fuerzas Armadas tienen manga ancha, a razón de su modernización, para licitar entre los mismo funcionarios activos o en retiro y hacer lo que le plazca con esta misma tierra, vendiéndola al mejor postor, con una intromisión mínima del Ministerio del Interior. Una tierra en donde la Magna gremialista sigue imprimiendo su halo fascista, y la palabra hecha ley es tomada por las mismas castas antropófagas, los Perez Yoma, destinadas a oficiar el terrorismo de estado, viendo la paja en el ajeno ojo de los mapuche o del pueblo indefenso que gallardamente defendiera Victor Jara.

¿Y dónde, dicen estos adminis-traidores, si no es precisamente aquí, hay Dictadura?

Somos la delicia de las demás naciones, "el colmo de los ridículos" para Fidel, y para mi también. So sorry. Es entendible que quien cantaba "Por qué no se van" apelando tangencialmente a los snobistas e inciliados envidiosos de la suerte de sus amigos en Canadá, Suecia, Francia y hasta Cuba, haya terminado en México. Es entendible que el más alto premio para los jóvenes, sea una beca en el extranjero, y oh¡ casualidad, como destino recurrente Cuba y su prestigiosa escuela de Medicina. Es entendible que uno de los cargos más codiciados por los reyes del conducto regular sea una Embajada, o una agregaduría, que reconozco, sería mi sueño dorado de ser una chica seria.

Lamentable somos el ñoño mejor alumno, ese que para que le vaya bien se engrupe al profe de inglés con una manzanita roja por fuera y podrida por dentro, el cabrito solitario que se va al "patio de los cagaos" a comerse su colación, que siempre es el mismo muchachuelo amateur, pero encorsetado en la soberbia y a pesar de ello igualmente segundón, acomplejado, envidioso, escalador, patúo en su constante pelambre, medrocrizado por ser la "copia", y nada más que la copia... feliz del edén.

domingo, 15 de febrero de 2009

sábado, 14 de febrero de 2009

El Borracho de Cuming




A un borracho rancio de Cuming o the tipical food


Señor tempestad: le gusta la del burro
Se cree estibador y no es más que un reptil cervecero

Creía que solo usted tenía derecho

Señor temporal frío: ¿Cree que con una cacha furiosa me haría sentir ultrajada?
se equivoca conmigo entonces
Cada yaga que quedo tras su misógina estocada
me recuerda a los niños malditos y achurrascados
bajo las faldas de una vieja gorda y grosera

Me acusó de calienta pichí
me trató de pendeja estúpida
de liberal al peo
me comparó con neoyorquinas trepadoras de seriales del cable

Mientras yo quería sus manos en mi cuerpo y menos pelea
menos discurso de flujo y reflujos gubernativos

Mientras yo penaba y sucumbo por su fragilidad
por su hermosura de crío guacho

y en sus ojos que dicen tanto me quedé pagando su infierno

Cuando quería su calor lejos de la bulla
De las purulentas y aciagas canciones de ese viejo gay y vagabundo
Me trató de ramera
de putita
me echó la foca encima
me mandó a la cresta

¿Qué hago con mi cariñito? ¿Este que irresponsable y bastardamente
-Usted señor tártaro insensible-
ha inoculado?

Pero usted no es más que un borracho rancio de la subida Cuming
Un semejante que de tanto estilo
Se puso torvo y manoseado

Pronuncia perseguido
mirando hacia ambos lados
Sus temores
en frases inacabadas y feroces como un eructo

a quien quiera oírlo
a quién quiera compadecerse
Y me dice a mí desvergonzada
¡el patuo¡


Acérqueme su cuerpo saltando como sapo mojado
Vengase y vénguese
en mis faldas invisibles y rosadas

Cartílagos nasales destruidos de química
atrancan el aire rancio y amarillo de la Hiroshima implícita
ese bullir excelso y tapizado de adioses de cartón

La realidad lúdica inquietamaniacaseductora
es una lenguaacalambrada
bífida y larga como una serpentina
Sus carnes violáceas están carcomidas como baúl verde

Me calmo para sentir piedad, horror – lástima _ ira -compulsión
por verme en un barucho roto y muerto
huido y ciego de dolor

Y te llamo
borrachito cumingsero

“Sumérgete en mí
Ahógate
expande mis deltas
recita mis senos
declama sobre mi montaña de venus morena

Tartamudeando en mis oídos
repíteme, repite repíteme...
equivócate de brazo de mano de pierna
e inúndame de nuevo los surcos constreñidos
Agarrotados, rotados
Derrotados”

Pero no eres un poeta
Ni siquiera eres un hombre
Eres un borracho de Cuming que me echa la choreá
Un señorcito empecinado por olvidar su porteñitud
Un fiscalito residencial gastándose el sueldo en mala cerveza

Saltas croando bajo mis faldas
No puedo pedirte más
harás salir verrugas en mi cara y condilomas en el revés de mi culo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

LA IGUALDAD DE LAS DIFERENCIAS



clikee sobre el estensil

Con dinero y sin dinero



La formula Aristotélica: arkos y arkomenos (el que manda y el que es mandado), se reproduce a lo largo de los siglos bajo dos parámetros que se entremezclan: Determinismo sexual, y solvencia económica. Vale decir que nos encontramos anclados a una base de obsesiones sociales que repercuten en distintos ámbitos de la vida pública y privada. Se ha confeccionado un yelmo que recubre las cabezas humanas, y que hace “agachar el moño” a fuerza de una suerte de condena: El sometimiento a razón de clase y género, como artificio necesario para armar el puzzle social.

El posmodernismo y la era global lejos de haber diversificado la experiencia humana, la ha homogenizado con dogmas fariseos y repulsivas leyes económicas, que a su vez potencian nichos de consumo, que nos dispersan y confunden, convirtiéndonos en trabajólicos acomodados en el crédito y la usura, que nos lleva a actuar como tribus anarkoestúpidas, plagadas de fetiches siempre en compra-venta. Estas divisiones solapan la igualdad que tenemos ante la muerte, lugar donde finalmente el género humano consigue la ansiada democracia.

Buena parte del enturbiamiento de las relaciones entre hombres y mujeres tiene que ver con las diferencias de clases. El sarcástico escritor anarquista, Roberto Arlt, lo dice no sin gracia: “Para el señor Bourget, el hecho de que la señora X engañe a su marido con el vizconde X, es disculpable; y no solo disculpable, sino también artístico, porque el engaño se lleva a cabo en una sala donde hay cuadros que valen arriba de un millón de francos”. Distinto el destino que corren las adulteras de clase media, que son sancionadas con rigor musulmán por su familia y vecinos y para las más desafortunadas el “femicidio” es el resultado de su liberación.

Es el mercado el que nos induce a la fantasía de sentirnos “especiales”. Aún más a las mujeres que ven en la posesión material una posibilidad para validarse y tener la ilusión de cierta horizontalidad con respecto al varón. Lo que hay que tener claro es que el mocetón “enchapado a la antigua” murió con las primeras leyes de paridad en el primer mundo y que el proveedor se quedó en un pasado pretérito, sobreviviendo solamente su postura de macho cabrío.

En este punto es donde existe una trampa muy bien utilizada por la estructura patriarcal y por ciertos machos pillos. Conocido es el caso del bello Marcelo, chapucero de antología, brillantemente perfilado por Werne Nuñez en sus Crónicas de un subnormal para gente inteligente. El tipo engañaba a jovencitas cuicas de diversas universidades, de mar a cordillera y de norte a sur, con el afán de buscar subvención a sus viriles caprichitos.

Siempre ha existido este adorable usufructuador. Las tías ricas para Henry Miller fueron más atractivas que las parroquianas de la Rue Montparnasse. Porque uno es lo que tiene en el bolsillo. Y ni pensar si uno lleva nada más que bolitas y tachuelas oxidadas.

Cuesta ofrecer el “amor de pobre”, el de piruja, porque las tías ricas, es cierto, son tratadas de otra forma. Son cenicientas con un par de Manolo Blahnik y como dijo Flaubert: “Uno no se acerca a una mujer acorazada en trescientos mil francos con el mismo desparpajo que para dirigirse a una modistilla”.

Lejos de creer que el avance del tiempo y su collage variopinto ha chasconeado los parámetros helénicos, el asalto al poder realizado por la mujer, que alcanza el paroxismo con Sex and the City y en nuestro país con la primera magistratura de uno de estos ejemplares (que muchos creemos, su liderazgo no alcanzó ni para primera dama), nos convirtió a decir de Norman Mailer “en ese tipo de hombre que a mí me entristecía cuando era joven, ese que tenía que trabajar de nueve a cinco de manera aburrida y nunca era dueño de su destino", para levantar la dulce empresa amorosa, chicoteando los caracoles aspirando a ser mecenas de un joven y robusto poeta, que como Balzac, quizás escriba un libro o se apiade finalmente y cambie sus calzoncillos cada dos días, o para demostrar algo, esto, aquello, con un cándido afán reivindicativo para dejar de ser ciudadana de segunda clase. Lo que es a mí, no me preocupa ser ni de tercera, porque como una reina, con dinero o sin dinero, hago siempre lo que quiero, así sea que la pobreza entre por la puerta y el amor huya por la ventana. Tarde o temprano volverá con un par de cebollas.

domingo, 1 de febrero de 2009

tan mamona y tan llena de sentido

cuando las palabras me huyen por la tortura que han sufrido en la punta de mi lengua, llega Rumel a recordarme porque las amo tanto. Por que soy la muñeca satánica. La que sufre para hacer sufrir. la que confunde risa con llanto..."y en el milagro de mi encantamiento se aroma de rosas las alas del viento" porque precisamente en el misterio, en la tiniebla de la duda, está la posibilidad de que sea, sin importar si es de día o de noche, una luz la que disipe todo con una claridad abrazadora.