miércoles, 29 de diciembre de 2010

Mensaje

SENADOR LAGOS WEBER HASTA CUANDO LA CHIMUCHINA. ASCENSORES, BASURA, PERROS VAGOS. ESO ES LO IMPORTANTE QUE HAY QUE SOLUCIONAR EN VALPO. BASTA DE TRATAR AL ANTIGUO GOBIERNO COMO SANTO. BASTA DE "ESPINITAS" GUATA CALLOS CON SUS EMPLEADORES MEDIOCRES. RECUERDE QUE DE LA MAZA Y GUATÓN PINTO, GRANDES ESTAFADORES Y LADRONES A SECAS SON DE LA CONCERTACIÓN.

martes, 28 de diciembre de 2010

jueves, 23 de diciembre de 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

The Chiken Stile



Mejor que cantinflas y compadre moncho juntos!!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Los Zarpazos del Tigre, o sobre el uso de un “Aparato raro”




El 2010 ha sido maldito, y por más cabalera que sea, preocupándome de no pasar bajo las escaleras ni abrir paraguas dentro de la casa, no puedo echarle la culpa a la suerte.

Bien cierto es que cuando se siembran sandias se cosechan sandias, y que así mismo pasa cuando lo que se siembra es la cizaña. Harto tiempo de barbecho, arado y siembra para que haya nacido este engendro de año.

Aunque Ángeles Lazo nos convenza de que es por un transito espacial, y que el horóscopo chino predice de forma infalible, de sobra sabemos los meritos que tenemos en esta crisis.

Para que seguir con mi majadero discurso anti concertación, colaboracionistas por antonomasia del modelo pinochetista, maquilladores expertos de la escara purulenta que nos dejara la Dictadura, traidores de los principios que nos convocan, porque la ceguera de quienes suscriben como ciudadanos durante 20 años al pacto, son los responsables.

¿Cómo creer en quienes se autodenominan Concertación, palabra que según la RAE significa pacto, convenio, trato de un negocio? Es decir, quienes ejercen su “derecho” a voto, haciéndole reverencia al Binominal y el “mal menor”, no fueron engañados, sino que cómplices.

La derecha con su revolución silenciosa y su revelado desparpajo del fin de la historia, se encuentra con el proceso en su apogeo, con la situación inmejorable del caos. La oportunidad perfecta, y bien lo saben los ludópata y usureros, de sacar tajadas anchas y sabrosas.

No podemos confiar en que esto cambie mágicamente con un salto de conejo. Con la traslación y la media noche del ultimo día del año. Los zarpazos de un felino, que ya ni siquiera conserva la morfología típica de las especies cordilleranas, sino que una recargada por las influencias extranjeras, nos ha dejado en estado crítico, a merced de un practicante y un matasanos, que hace tiempo hace su trabajo de forma magistral.

Siempre ha resultado peligroso plantear la revolución. Pero esta vez lo hare pensando en que para “grandes males, grandes remedios”. Y sin tener que aplicarnos en el hombre y mujer nueva, en la escuela marxista, o en técnicas de combate; la guerra social se dará gracias al lumpen.

Porque ahí entre los olvidados, en la escoria “antisocial”, está la comprensión del problema. Porque han sido más audaces, mas valientes y mas clever que el resto para darse cuenta del tongo representado en nombre de la patria. Porque entienden que el trabajo asalariado indignifica más que el comercio ambulante y el lanzazo. Porque los presos son todos presos políticos, como dice Redoles.

Por que ellos, que hoy mueren como ratas hacinadas, espero última desgracia del año maldito, evidencian la patética situación chilena. El revoltijo, la concertación abulica de licitaciones otorgadas al marido de la ministra de justicia de ese entonces. Ambos demócrata cristianos.


La caja de Pandora ya fue abierta, el nudo gordiano desatado, y hasta el mea culpa de Altamirano cometido.

Ahora solo nos queda, como dice la canción ochentera, década siempre tan atingente pues como el retrato de Dorian Grey el tiempo parece no pasar sobre chilito: “O te preparas a morir en las trincheras, o esperas en tu cuarto la tercera guerra”.

No nos quedara más remedio que hacer uso de cierto “Aparato raro”.

El viejo




Eso de extorsionar durante todo el año a los niños y niñas del mundo con que el viejo no te va a traer nada sino te comes la comida, te sacas buenas notas, te lavas las patas y los dientes antes de dormir, le haces caso a la tía, a la mama, a la hermana, al papa, al tío, a la profe y al vecino, es una de las técnicas mas detestables que los adultos utilizan para manipular a la clase infantil.

El mismo hecho de que un viejo obeso este obligado, por el consumo que se despierta angustioso durante la “noche de paz, noche de amor”, a tamaño trabajo de cargar con regalos de niños de todo el orbe, es abusivo.

De partida, desear que el viejo se acuerde de uno, es una patudez habiendo tanto viejo olvidado a su suerte, en un país de pensiones miserables, hijos ingratos, y trabajo ancianil.

Eso respecto a los viejos buenos, porque con todo respeto, no me gustaría que se acordara de mi Paul Schäfer, Onofre Jarpa, Sergio Diez, Karadima, Pinochet, y un larguísimo etcétera de viejos culiaos.

Quizás lo único bueno de este viejo es que sea rojo. Lamentablemente eso, no es nada más que una coincidencia.

Pero fuera de bromas. ¿Quién no tiene un recuerdo amargo relacionado con este arrebato de la imaginación mercantil?

A mi me dijeron que no existía porque no podían comprarme el Nenuco Burbujitas. Me sentí estafada, pasada por tonta, manipulada durante esos nueve años que con esfuerzo trague esos guisos horribles, fui al atribulante colegio de monjas argentinas, religiosamente todos los días del año, solamente para que el viejito se acordara de mí.

No era por interés, era por lealtad. Después de todo, era tan parecido a Dios, ubicuo y omnipotente que todo lo sabia, y que todo lo veía cuando, producto de la modernidad, surcaba el cielo montado en helicóptero. Así llegaba a la Pascua del Soldado, cuando incluso saltaba en paracaídas para caer justo entre nosotros repartiendo una madeja de medias horas y coyaks.

Ya me pareció raro entonces, cuando directamente proporcional a la verticalidad del mando, retribuía con regalos de una calidad según el rango de tu padre. La cuestión no era por merito propio, sino que por nepotica jerarquía.

Y eso obviamente se replica en el ejército de estólidos que plagan el planeta.

Una metáfora del capitalismo salvaje que se libera con frenesí durante una época, que se supone, cargada de buena voluntad para con el prójimo, a la luz de la estrella navideña, inspirados por la grandeza del invisible poder de un recién nacido en condiciones paupérrimas.

Y resulta que se potencia todo lo contrario. Que se atiborra con regalos, muchas veces inmerecidos e inservibles, suntuosos o solo para aparentar y sacarle pica al vecino, a niños que poco entienden de solidaridad o afecto, porque educados bajo el régimen voraz, no han conocido más que cosas.

Por ultimo, sea el viejito pascuero, el ufo navideño, o el mismísimo Jesús, si le regalan un cachorrito, cuídelo, respételo, ámelo y manténgalo feliz sin abandonarlo en un potrero cuando crezca.

Son mis sinceros deseos para esta navidad.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La realidad y la verdad





La verdad no es lo mismo que la realidad. Los hechos no tienen la profundidad de las razones que dan curso a lo que en evidencia sucede. Puede parecer irónico. ¿Pero no parece ser una parodia esto de estar vivos?

Siempre he creído en que el objeto antecede al deseo y que lo material supedita a la ficción. Que en definitiva los ideales por si solos no existen, porque siempre son motivados por algo existente, tangible, de facto. Que “el yo pienso, luego existo” es una estupidez. Por que para pensar hay que existir primero que nada. Tener un cerebro, un cuerpo, que sea capaz de posibilitar dicha tarea.

Ustedes pensaran a estas alturas, para que la paja. Para que si el tiempo apremia. Si las líneas de esta columna escasean y el jingle es imperativo.

Simplemente porque me parece necesario tenerme a mi misma como aval de lo que pueda decir. Ustedes saben lo que es nacer solo y saber que se morirá solo también.

Ustedes y yo somos cuerpos, que aunque intenten conceptualizarse, venderse, enmarcarse dentro de una ideología, tienen una capacidad material única y perecible.

Que las cifras sean un bastón para aquellos que no pueden sino ganar o perder a modo de estafadores, como las madres que utilizan a sus hijos como razón de vida, es algo que ha dado vida y cuerpo al 9/11, al 27/2, al 8.8, a los 33, al 24.500-03.

Nos hacen creer que la caridad es algo positivo, porque no somos capaces de darnos cuenta, que al igual que trabajar por chauchas, que prestar el culo, que hacer la pata, que mendigar justicia, estamos colaborando con la mentira. Con la construcción de sucedáneos de verdad.

Una forma de salvaguardar la mediocridad de todo discurso insípido, intrascendente, pedestre e inmaterial. El fantasma del miedo a no ser verdad, una entelequia dispuesta a ser derrocada por cualquiera, que infarta a quienes quieren construir el mundo según sus parámetros.

Es ahí donde el número encaja perfecto, haciendo historia, planteando fechas y muertos, estadísticas y gráficos, estimaciones y proyecciones. ÉXITO.

La miseria ha tenido varios managers. La religión, las instituciones gubernamentales, las no gubernamentales, las estrellas del rock, del pop, los escritores de poca monta, los animadores de televisión, los políticos. Porque la miseria es un discurso patético, improbable, maldito. Que no debería existir siquiera, PORQUE NO ES PARTE DE LA VERDAD.

Se basa en las diferencias de clases, en la usura, la explotación, LA MALDAD.

Es una realidad que existan los pobres, pero la verdad es que no deberían existir.

Es una realidad que haya chilenos y chilenas carentes de soluciones habitacionales, de salud, educación y trabajo, pero no es razonable que esto suceda.

Es real que hay gente que gana propinas, que sufre necesidades, que padece de dolores insufribles, pero no es verdad que eso sea parte de la vida.

Es una realidad que hay lisiados, es una realidad que tenemos un estado mediocre, de funcionarios mediocres, y un mundo de gente cobarde, que teme ver la verdad.

La verdad encara un duelo, una pena, un trabajo. Hacer frente a la cobardía, a la pereza, al conformismo. Despertar de la siesta y la modorra para atacar el objeto, la materia codiciada, que aunque enmascarada en la entelequia del dinero, en el concepto de codicia, de usura, de poder, forma parte de todo acceso al deseo mezquino de realidad.

Es real que hay niños que sufren y se arrastran, pero la verdad es que la religión, las instituciones gubernamentales, las no gubernamentales y las privadas, las estrellas del rock, del pop, los escritores de poca monta, los animadores de televisión y los políticos capitalizan el dolor de todos ellos para hacerse ricos y famosos.