sábado, 13 de diciembre de 2008

La virgen de los drogadictos


Convertir un pensamiento en la determinación material es algo extraño. Las construcciones mentales han logrado definirnos como sociedad y hacer de nuestras vidas un cuadro plástico sagrado, sin lugar a sorpresas ni malos entendidos.

El dinero, que primero es objeto y luego entelequia, es el único motor que hace a los humanos entrar en movimiento, articularse como comunidad, y por consiguiente como mafia. Ese pensamiento llegó tan lejos que logro convertirse en especulación: subordinación mental a un invento psiquico que determina la realidad. Una dinámica y fatal. Basada en la ambición, situado en el mundo como en un asqueroso juego de rol. Así, es que habiendo tantas realidades como personas, podemos decir con seguridad que el dinero es la piedra angular de la materialidad sin excepción y por lo tanto constructor de personalidades. Un invento que no existe en la naturaleza, un fetiche, una ayuda para débiles que no saben otorgar importancia a las cosas y necesitan de una "balanza" que da precio de compra y venta a todo lo existente.

¿Solamente podemos crear realidad por medio del intercambio y la acumulación para un fin tan absurdo como la posesión?

Quizás este sea el gran problema de algunos que no teniendo afición de acumular y solo vocación para dilapidar el dinero, se ven inmersos en una realidad que sólo busca el desvarío, la desviación, la fórmula para eludir, mediante las sumas que van llegando (pork tambien se supeditan al dinero, pero temporalmente, como si sufriesen de una fobia a la posesión lo que los lleva a desprenderse, un intestino colérico quizas en su biología) ya sea en forma de colaboraciones, limosnas o malas pagas por trabajos creativos (casi siempre recuerdo a Andrés el fugado de El hospital "salvador", esa carcel para violadores y suicidas, el vendía en muy raras ocaciones-como de milagro- unos dibujos develadores no solo de su diagnóstico, sino de todas las claves para decidir cuál fue su objeto de deseo, ese deseo que está antes del ser, como un destino irrevocable.
(Las guaguas vienen con caquíta y lo más increible, verdaderamente tóxica y hasta con un nombre especial: "Su hijo hará su primera deposición antes de haber "comido" su primera comida ya que debe evacuar su tubo digestivo lleno de residuos de secreción acumulados durante su vida fetal. Las heces son viscosas, casi negruzcas y pegajosas. Reciben el nombre de meconio. Desaparecerá progresivamente a los 3 o 4 días para dejar paso a las heces amarillentas provocadas por la leche".)

Su realidad es la no realidad y es por eso que quedan relegados de las estructuras.
Esos son los que quiero. Mis bienamados, mis queridísimos protegidos. Porque quiero ser la virgen de aquellos que nada más no están en el sistema porque son gozadores. Por que succionan como un niño los pechos de todo lo viviente.Porque yo seré la madre dulce y en mi seno podrán delirar tranquilos. Los hedonistas y soñadores, los perseguidos por sus padres y luego por sus parejas, por irresponsables, por ingenuos y ridículos, aquellos que ven en el dinero nada más que un medio para el placer de sus cuerpos y sus mentes, serán los que consigan que mis manos virginales, blancas y puras, masturben sus entrañas. De ellos beberé y me alimentaré de su gozo. Y cuando la aflicción del mundo caiga sobre sus hombros, abriré las puertas de mi casa para que ahí se cobijen. Porque seré la virgen de los drogadictos, de los traicionados por un mundo donde el aburrimiento, la ignorancia y la estupidez reinan. En un mundo asolado por la pornografía anal, yo seré la virgen que consagrará el esfínter y su precioso anillo para la purificación de mis valientes guerreros y guerreras. Porque mediante esta cruzada bienhechora venceremos el pecado capitalista, el acopio maldito de cualquier sustancia, a los cachureros y aburridos patriarcas que han envenenado al mundo con su asqueroso invento que no les sirve más que para pregonar su gran avaricia.
Y solo los combatiremos con gozo, nada más que con comilonas y porros. Congregándonos en un eterno bullir, en un incesante exorcismo a ese milagro maldito materializado, intentando que nuestros bellos pensamientos puedan al menos por un instante volverse tangibles. Confiamos que las fuerzas de la virtud, que no es otra que la capacidad de sentir placer por medios inductivos o naturales, deshagan tan horrible predestinación.

Los que me oigan nada más mencionen mi nombre y el placer dominará sus mentes y sus cuerpos, combatiendo la corrupta aceptación a un mundo grosero y hostil.

¡Gozadores del mundo, Uníos¡

5 comentarios:

maldonado dijo...

Después de leer esta apología del reventón mundano, estuve a punto de seguir el ejemplo y autoproclamarme el Espíritu Santo de la putas de Chile, pero apliqué marcha atrás al reflexionar sobre la monumental cantidad de huachos con trastornos mesiánicos que me iban a achacar... suficiente con Zaratustra, Jesús, Mahoma, Buda, Marx, Freud, Popper, Chomsky, Maturana, y otros profetas que se me escapan

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Más humor querido maldonado. nada más son actos psicomágicos. la imaginación hizo el dinero. imaginemos que lo tradicionalmente "malo" "reventao" puede ser bueno, puro, sublime. (pues sublima)

maldonado dijo...

Siempre he sido un travieso... por ejemplo, cuando era niño y me llevaban a la iglesia, acostumbraba a levantarle la falda a la virgen María para saber de qué color eran sus calzones. De inmediato, el cura o la monja de turno se acercaban y me decían: "ya pues maldonado, más seriedad"

Ah! se me olvidaba. Joderowsky, el patriarca de tufo parisino, también está en mi lista de ejemplares supremos

Marulista dijo...

Concuerdo con lo sagrado de lo despreciado.
En especial con el asunto del derroche, botar al sistema monetario-económico por el mismo caño del carrete es sinónimo de desprendimiento real. Un acto sagrado comparable al de cualquier monje.
El abandono de la obligación familiar y el cultivo del alma a través de sustancias elevadas son también acciones comparables al de cualquier monja contemplativa que se pasa 5 horas diarias de su vida en trance.

A pesar de todo eso, no me gusta la adoración de santos ni creo en la religiosidad. Pero si creyera, quizás sería mi santa favorita.

Saludos