martes, 8 de enero de 2008

El obstáculo, el oportunismo y la nueva "Pacificación de la Araucanía"


No pensaría jamás en caer en hipocresías tales como casarme con una ceremonia mapuche ni le pondría a mis hijos Rayen ni Millaray. No tiene nada que ver con racismo. No me siento orgullosa de ser una huinca. Ya he demostrado a vista e impaciencia del más selecto público mi descontento con la chilenidad, y es por eso mismo, porque es parte de la chilenidad adoptar lo foráneo como consuelo e instrumentalizar causas ajenas, que no viviría jamás en uno de esos edificios bautizados con nombres indígenas, ni enarbolaría una campaña en pro de la causa mapuche por Internet.
Como chilena que soy me hago cargo del latifundista con hábitos sofisticados sumergido en cada uno y es desde esa falla, como bien dice mi querido Víctor, desde donde hablaré. Desde esa barbarie travestida. Desde ese colono dominador que se ha ganado una República para sí.

El conflicto en la Araucanía será el fenómeno más instrumentalizado en la historia inmediata de nuestro país:

Un gabinete sin Ministro del Interior, y por lo tanto acéfalo, deja vacante las responsabilidades políticas. Las decisiones que se han tomado en este tiempo nos recuerdan que la omisión también es un pecado y que en el silencio hay acción. Dejar a cargo de esta situación al señorito Harboe, ese chiquillo que es algo así como un oficial nazi, es sin duda la posibilidad de detonar una catástrofe. A costa de esta destrucción real, con heridos y mártires por fin podrán caer en la arena política, con una combulsión un tanto más natural, los héroes de la concertación.

El raiting del show bussines no marcó cifras azules con la expulsión de Zaldivar de la casa estudio. La hospitalización de Alvear, la entrada de Lagos, el millonario milagro del transantiago, no lograron el impacto mediatico necesario para reposicionar el interes, y menos la credibilidad hacia la casta política. Era fundamental buscar movimiento, aún durante la tempora estival destinada en épocas normales a disfrutar nada más que de los carnavales culturales, el festival de viña y para los más afortunados, del Lago Caburga.

No hay entretiempo y a diferencia de 2006, año en el cual estos mismos comuneros adoptaron esta desesperada forma de lucha sin lograr resultados concretos, no se dejará pasar la huelga de hambre de mapuches condenados por luchar en contra de forestales e hidroelectricas usurpadoras, bajo la anacrónica ley antiterrorista.

Pero este "no dejar pasar" no corresponde necesariamente a una solución para este pueblo. No se deben hacer mayores ilusiones. Al poder no le interesa verdaderamente que los mapuche sean autónomos ni que sus derechos étnicos sean respetados. Simplemente constituyen un activo político que si es bien utilizado, logrará la matención del título.

La fórmula de este gobierno de la Concertación ha sido "echando a perder se aprende" un gran exponente es el trasantiago, que mediante el desarrollo de un drama / el antiedipo/, es posible salir airoso. En el conflicto mapuche se ha dejado en la nebulosa el cargo de ministro para que el que asuma encuentre una salomónica solución que le de un impulso a la "co- (a)- lición" oficialista y que como plus posicione una candidatura durante el pato cojo.

Si el Interior es de Cornejo, evidentemente la depositaria de la próxima corona será de Soledad.

Pero no es tan simple. Hay ambiciones pululantes, como humores en el espacio, que reberberan en el ambiente. No obstante solo lo capaces de capitalizar a nuestros hermanos mapuche serán los ganadores.

La habilidad de la dupla Navarro- Insulza para posicionar el conflicto mapuche y dar una salida por sobre el bien y el mal nacionales, será mediante la plataforma de la OEA, aportando saldos positivos para Panzer Presidente, haciendo frente a la carrera DC.

Abra bien los ojos cuando vea a los toquis de cuello y corbata y escuche en el patio de los naranjos el sonido de un Kultrún. Puede ser que el activismo haya llegado a La Moneda...pero no los pierda de vista. Sabemos que somos República, que el valle central respira en los poros de las Parras, y que el Bio- Bio se tiñó de rojo por casi un siglo, que predomina el Vidalismo, o Latifundismo –idem-, y que mi exceso de ánimo puede que me haga confiar idiotamente en el sentido común del zoonpoliticon. Puede que nada de esto suceda. Que finalmente mueran los comuneros mapuche en huega de hambre y que la amenaza terrorista posicione el discurso de seguridad ciudadana de la derecha.

En todo caso ninguno de los dos escenarios será fraterno, amable y digno para los verdaderos habitantes de la tierra en donde frívolamente, nosotros, los huincas, nos aparcamos.

3 comentarios:

vaavila dijo...

En este país dirigido por tecnócratas, en donde las consideraciones con lo social y cultura pasan siempre al olvido, no es de extrañar que ocurra una situación con las características que planteas.

Desde el año 89 (y algunos años antes) en que la Concertación se ha preocupado de buscar la mejor estrategia para sacar a Chile de una dictadura, renegando del socialismo de antaño que tenía por priorioridad la igualdad y la justicia social.

El problema con la tecnócracia es que inevitablemente a la larga, cuando se sale de lo urgente, termina por convertirse en estrategias para conservar el poder. Aquí no hay política, no existe arte de gobernar. Tampoco se permite zoon politicon alguno.

Más que resolver conflictos de forma justa se preocupan por salvar disputas únicamente sí estas técnicamente implican un beneficio a aquellas cúpulas que existen en el país. Y si no es así, para el resto solo queda joderse no más.

Por eso es que el mapuche arriesga el pellejo. No es porque son los malos de la película o terroristas como lo estan haciendo ver ya en algunos medios. Es impotencia.

Emilio dijo...

Creo que si nos aparcamos en esta tierra debemos sacarle el mejor provecho atodas las situaciones que ocurren en la misma, debemos, tambíén aportar a que los habitantes originarios de la misma sigan un avance pero a su propio tiempo y en la medida que su propia cultura lo estime conveniente.
Estamos mas que claros en el montaje del atentado contra el empresario de hace unos días atrás...ese no es el modo de actuar de un mapuche.
Huelgas de hambre y ese tipo de cosas, es obvio, no ayudan a nadie.
Viste la entrevista que le hicieron a Aucan Huilcaman hace unos días atrás, cuando venia bajandose de su camioneta 2008 con su laptop y su discurso con acento a evo morales?
Me huele muy mal todo esto.
La pregunta que me queda es: adaptar o adaptarse?

Montserrat Nicolás dijo...

KH:
me encantó!!!!!!

y tiens razón con la plataforma 'regional' que puede ser usada...para fines menos gloriosos.

best-