viernes, 30 de marzo de 2012
A lo Pavone
(De La Noche)
Mejor escuchas a Rita Pavone. Mejor si bailas y no te preocupas de lo que dice, porque sabes que no resultará ser otra cosa que la humanidad misma y su amor universalmente italiano, apasionado, desesperadamente optimista. Eso por mientras yo te hablo de política, porque es lo que la lleva. Criticar en un poco más de 2 mil caracteres, para ser shuper, y estar en la movida.
Te puedo decir que lo de Aysén es una cosa que pasa en un país de mierda como el nuestro, y que definitivamente, Atacama por el norte y Biobío por el sur, debieran independizarse de Chile, porque los administraidores del poder están hasta el copi sólo con Santiago.
Y que si eso pasa, que Chile se trasforme por fin en ese minúsculo país donde los elegidos pueden tomarse los copetes sin culpa alguna, mientras las regiones son asoladas por aludes, tsunamis, o empresas saquedoras: mineras, pesqueras y forestales, se asegura la decadencia protagonizada por clientes, usuarios, y proveedores de servicios, porque todos somos eso por acá, en la zona centro centro del país.
“No Money, no honey”, entonces el reino de “Jamás Nunca” mantendrá expropiada la tierra, bajo secuestro a sus habitantes, así estos se envalentonen izando banderas azules con dorado; la una con la cruz del sur, la otra con una solitaria estrella en honor al laicismo de León Gallo.
Todo lo que diga quedará en eso, en un manifiesto simpatizante, en un saludo a esas banderas parecidas en diseño y fondo. Porque las cosas inertes no se mueven, porque la muerte es para siempre y una vez que sucede, ya no tiene remedio.
La Pavone sonará más fuerte, se escuchará con su canto hermosamente histriónico entrando como aliciente y como venganza, porque la obra es eso, una afrenta al tiempo espacio. Y te recordaré para estar tranquila, que los rusos hicieron florecer una flor de 30 mil años, y se encontraron con el lago Vostok que tiene 20 millones de años, cavando 3.768 metros.
Entonces pensarás que nada es tan grave. Y de la Pavone, te pasarás a Sasha Grey, a Sandrita Romain, a la Kery Sable. Despertarás contento, mirarás el festival con cierta complacencia. Te reirás en el Transantiago. Comentarás las noticias freak de Publimetro, e incluso lo de la flor y el lago.
Dirás lo imprescindible del día. El chiste misógino, el único sin represalias ni prejuicio, el con inmunidad e impunidad. Y seguirás tu día, mirando a los vagos como en un zoológico, y encontrarás tierno que los perros te bailen por el resto de pan con jamonada supercerdo.
Y así andarás por la vida, como una canción de la Rita Pavone, con la humanidad misma y su amor universalmente italiano, apasionado, desesperadamente optimista.